El toque de queda a nivel nacional podría ser una realidad en los próximos días pero no este fin de semana. Según ha podido saber LD de fuentes presentes en la reunión, su implantación queda aplazada por las dudas que existen en torno al instrumento jurídico que lo avalaría. Sin embargo, las fuentes consultadas explican que la decisión está "muy madura" y que podría aprobarse la semana que viene.
El Gobierno quiere ir "con pies de plomo" para evitar un nuevo conflicto con las autonomías. Cuatro de ellas han expresado sus reticencias sobre ese toque de queda en la reunión a puerta cerrada con el ministro de Sanidad, Salvador Illa: Madrid, Cataluña, Galicia y País Vasco.
Por ello, el Gobierno ha decidido elevar un informe a los servicios jurídicos del Estado para que resuelva si el cauce adecuado es un estado de alarma como sentenció el pasado martes Illa tras el Consejo de Ministros. Se espera que haya un dictamen dentro de una semana como máximo.
Las fuentes presenciales a este encuentro aseguran a este periódico que han visto "prudencia" en la exposición del ministro del ramo sobre la aplicación del toque de queda a través de un nuevo estado de alarma dado que para ello necesitaría del apoyo del PP.
En la reunión del Consejo Interterritorial de Salud Pública celebrado este jueves sí habría habido un acuerdo en torno a una guía de restricciones a nivel nacional para frenar la pandemia, aunque País Vasco y Madrid se habrían abstenido a la espera de conocer los detalles definitivos. Se establecen cuatro niveles de gravedad: extremo, alto, medio y bajo.