La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado este viernes que la hipotética imputación del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, por el Tribunal Supremo sería "un escándalo internacional" y, a su juicio, es además totalmente "inconcebible".
En una entrevista en La hora de la 1, recogida por Europa Press, Montero ha dado la versión de su marido sobre el caso Dina y ha aseverado que lo que "demuestran los hechos" es que a la exasesora de Podemos Dina Bousselham se le robó el móvil y que su contenido apareció "en el ordenador" del excomisario jubilado José Manuel Villarejo, que tenía "anotaciones en su cuaderno de periodistas" que le pedían información del partido.
"Todo eso sirvió para organizar una campaña mediática justo en los momentos en que se estaba en elecciones generales o en la negociación del Gobierno", ha continuado, para después incidir en que sería "imposible" que el Tribunal Supremo pidiese la imputación de Iglesias.
Por otro lado, Montero se ha referido al asalto del PSOE y Podemos para la renovación el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ha acusado a la formación liderada por Pablo Casado de estar utilizando "todas las herramientas a su alcance", sean legales o no, para ir "contra el Gobierno" de coalición.
En esta línea, la titular de Igualdad ha asegurado que sobre la propuesta de Podemos y del PSOE para reformar el sistema de elección del CGPJ "se pueden debatir muchas cosas" en el Congreso. "Pero es insostenible que un partido condicione el cumplimiento de la Constitución", ha añadido.
Así, la dirigente de la formación morada ha asegurado que el Ejecutivo y las formaciones que apoyan su gestión en la Cámara Baja tienen la "intención de cumplir con la Constitución", todo lo "contrario" al Partido Popular. A su juicio, los populares están "incumpliendo conscientemente la Constitución" al estar "bloqueando intencionalmente" la renovación del CGPJ.
Por último, Montero ha hablado sobre la relación entre los socios de la coalición y ha reconocido que, pese a la falta de "tradición de trabajo" o de "normas escritas", la experiencia "está resultando enormemente competitiva".
"Mucha gente pensaba: 'Madre mía, cómo van a funcionar, cómo se van a entender'. Pues nos estamos enfrentando a algo nuevo. Los debates nos favorecen", ha opinado, asegurando que expresar un "disenso" o una "diferencia" significa que no se engaña a nadie. "Cuando hay diferencias las expresamos, y no pasa nada", ha zanjado.