El presidente del Gobierno ha justificado la decisión de declarar un estado de alarma en varios municipios de la Comunidad de Madrid, incluida la capital, en que la incidencia acumulada (IA) de coronavirus en la región "es muy elevada" y está teniendo una "evolución preocupante", unas palabras que contrastan con los datos del propio ministerio de Sanidad, que en las dos semanas desde el 24 de septiembre recogen una caída de más de 200 puntos, y eso aún a pesar de que estas cifras están bajo sospecha.
Sánchez también ha citado como datos preocupantes de Madrid "la positividad de las PCR" -que también ha bajado incluso según los datos de Sanidad- y "la evolución de las hospitalizaciones", que es precisamente el dato que más claro deja que la epidemia está reduciendo su intensidad en la región pues ha bajado en un 20% desde su máximo el pasado 28 de septiembre.
No obstante, probablemente lo más llamativo de la intervención de Sánchez, que ha tenido lugar durante una comparecencia de prensa junto al primer ministro portugués, Antonio Costa, con motivo de la XXXI Cumbre Hispano-Lusa en Guarda (Portugal), es que el presidente del Gobierno que lleva desde abril falseando las cifras de fallecidos se ha atrevido a decir que "siempre hemos puesto por encima de toda consideración la salud pública, hemos pensado en los enfermos, en los familiares de las víctimas y las víctimas" para decir que no podían quedarse "de brazos cruzados" ante la situación en Madrid. Sánchez,
Sánchez ha dicho que espera que en los quince días que dura la alarma se pueda contener esta situación, y ha asegurado que su Ejecutivo sigue "tendiendo la mano" al Gobierno regional para "trabajar conjuntamente".