El Gobierno no asume haber cometido "ningún error" con el rey Felipe VI tras vetar su presencia en la entrega de despachos judiciales de Barcelona el pasado 25 de septiembre. Pero sí admiten la erosión que ha podido tener este "malentendido" en términos de opinión pública, especialmente, entre sus propias filas. El malestar por las ofensas públicas al Rey por parte de ministros de Podemos como Alberto Garzón y el vicepresidente, Pablo Iglesias, entre los barones menos ideologizados y más españolistas como el manchego, Emiliano García Page, el aragonés, Javier Lambán, y el extremeño, Guillermo Fernández Vara, exigía una acción contundente.
En ese contexto se produjo el despacho que mantuvieron en Zarzuela el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado miércoles. Un despacho "habitual" que, según adelantan las fuentes de Moncloa consultadas por Libertad Digital, "nunca se han interrumpido". La semana anterior el monarca y el presidente despacharon el jueves y la previa, el miércoles.
Sin embargo, esta cita estaba dotada de un aire de excepcionalidad y tensión al que acudieron ambas instituciones conscientes de la necesidad de hacer "de tripas corazón" para "rebajar la tensión" y "hacer lo que hay que hacer por el bien de las instituciones". El resultado fue una campaña en la que Sánchez y el Rey intensifican su presencia conjunta con hasta tres actos en la próxima semana.
El primero será en la tarde de este martes: a las 17:30 Felipe VI y Pedro Sánchez asistirán a la reunión anual del Patronato del Instituto Cervantes en el Palacio del Pardo. Será su primer encuentro oficial tras el veto al Rey y los insultos vertidos por los ministros de Podemos contra el monarca que Pedro Sánchez no ha querido desautorizar públicamente en ningún momento porque, como adelantó este periódico, en privado aseguraban que "Garzón tiene razón".
Un primer encuentro oficial, aunque ya se vieron en el despacho en Zarzuela, al que seguirá un acto improvisado por Moncloa este viernes para la entrega de premios de la Barcelona New Económica Week que se celebra en un feudo del PSC. El acto, previsto inicialmente para dentro de unas semanas, se precipitó en una conversación entre el jefe de gabinete del presidente, Iván Redondo, y el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín. La novedad que adelantan las citadas fuentes del Gobierno a LD es que el presidente Sánchez ha ofrecido al rey Felipe VI viajar juntos en su Falcon a Barcelona el mismo viernes como muestra pública de "unidad y normalidad institucional".
Los más maledicentes apuntan a otro objetivo oculto de Moncloa: anticiparse y rebajar la protesta ciudadana que pudiera producirse el lunes 12 de octubre en el Día de la Hispanidad. Pese a que no se celebrará el tradicional desfile militar en la Castellana por la situación de la pandemia en Madrid, el Gobierno teme que se produzcan protestas ciudadanas contra el Ejecutivo y en defensa del monarca en el patio de la Armería del Palacio Real donde se celebrará una reducida ceremonia castrense en la que volverán a coincidir Pedro Sánchez y Felipe VI, la tercera vez en apenas siete días demostrando que las buenas relaciones de las que presume el Ejecutivo son quizás de las que carece.