Los rastreadores militares se están desplegando durante las últimas semanas por buena parte del territorio nacional. Una vez los gobiernos autonómicos realizan la petición al Ministerio de Sanidad, y éste da el parte al Ministerio de Defensa, se inicia el protocolo para que una parte de los 2.000 efectivos de las Fuerzas Armadas que se formaron como rastreadores este verano puedan apoyar a las regiones solicitantes.
Las primeras peticiones al departamento de Margarita Robles llegaron desde Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia, Cantabria y Melilla. Con el paso de las semanas hicieron lo propio los ejecutivos autonómicos de Galicia, Asturias, Andalucía, La Rioja, Navarra, Aragón, Madrid, Castilla La Mancha, Canarias, Baleares y Ceuta. Fuentes del Ministerio de Defensa han informado este lunes que durante las últimas horas les ha llegado también la de Extremadura.
De este modo, en estos momentos solo dos regiones han eludido solicitar el apoyo militar para tratar de controlar la pandemia de coronavirus que afecta a sus regiones. Se trata de Cataluña y País Vasco. El fuerte componente nacionalista de los gobiernos de estas dos regiones hace incluso pensar que no pedirán ayuda a las Fuerzas Armadas solo en el caso de que la situación sanitaria en sus regiones tomase tintes dramáticos.
Precisamente, también en estas dos regiones fue donde más tardaron en participar los equipos de apoyo organizados por las FAS durante la primero ola del coronavirus, coincidiendo con los meses del estado de alarma, dedicados principalmente a la desinfección de espacios públicos (estaciones de tren, aeropuertos…) o privados (residencias de ancianos…) y al transporte de personal o material sanitario.