Justo una semana después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, utilizase su respuesta al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, para arremeter contra Ciudadanos, en lo que muchos vieron un ataque innecesario al partido que pretende cortejar para los Presupuestos Generales del Estado, Inés Arrimadas tenía la oportunidad este miércoles de medirse con el jefe del Ejecutivo en esa misma sesión de control, y le pedía un mayor compromiso con la regeneración democrática en varios frentes.
La líder naranja le preguntaba, casi retóricamente, "por qué no apoya nuestra propuesta para despolitizar la designación de los miembros del Consejo General del Poder Judicial [CGPJ], para que sean los jueces los que elijan a los jueces y no ustedes, que se pelean mucho en público pero luego sabemos que se reparten en privado los jueces"; también por qué no apoya una ley contra la corrupción como la recuperada ahora por Ciudadanos para proteger a los denunciantes o impedir los indultos "a los políticos corruptos" y, por último, pero no menos importante, sobre "qué va a hacer si imputan finalmente al señor Iglesias, ¿lo va a mantener?".
Sánchez utilizó su respuesta para usar a Arrimadas como palanca contra el PP: "Usted, que los tiene un poquito más cerca, me gustaría que influyera en el PP y para que pudiéramos renovar instituciones que son fundamentales" porque "necesitamos unas instituciones robustas. Necesitamos renovar las instituciones. Necesitamos un Defensor del Pueblo".
Sánchez agradeció el acercamiento de Ciudadanos a la negociación presupuestaria: "Me alegro, señoría, de que usted esté haciendo el esfuerzo por superar esa dialéctica de bloques. Yo le doy la bienvenida a esa cuestión y me gustaría que todos arrimáramos el hombro y apeláramos a la unidad para tener unos Presupuestos Generales del Estado que nos permitan vehicular los fondos europeos".
Sobre la tibieza del Gobierno con los casos de presunta financiación irregular de Podemos, el jefe del Ejecutivo ignoró la cuestión y defendió que "este Gobierno y los partidos que forman este gobierno han demostrado con creces su compromiso con la regeneración democrática en nuestro país" y así lo demostraron "el 1 de junio [de 2018] liderando una moción de censura que desalojó a un partido político asediado por casos de corrupción. Ahí está la Gürtel, estamos conociendo la Kitchen…" afirmaba Sánchez, recordándole a Arrimadas sus gobiernos de coalición con los populares en varias comunidades autónomas y ayuntamientos.
La negociación presupuestaria sigue adelante
Pese a todo, la voluntad de Gobierno y Ciudadanos es seguir adelante con la negociación presupuestaria, para la que se mantiene una comunicación fluida, que data ya de los apoyos del partido naranja a las sucesivas prórrogas del estado de alarma.
Los de Arrimadas, sin embargo, insisten en que Sánchez "tendrá que elegir" entre ERC o ellos, porque ambos son incompatibles en el mismo acuerdo, una incompatibilidad que fuentes del partido naranja extienden incluso a los cuatro diputados que le quedan en el Congreso al PDeCAT, la antigua Convergencia, tras la escisión protagonizada en ese espacio político por el presidente catalán fugado, Carles Puigdemont.