Cuando ya se había constatado el acercamiento con Ciudadanos de cara a la negociación presupuestaria, y prácticamente descartado a ERC, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a demostrar en el Congreso que su palabra está supeditada a la jugada política. En su intervención en la sesión de control y a preguntas de su socio ERC, Sánchez recuperó al Ciudadanos "de la foto de Colón" para explicar que ya eligieron socios de gobierno con "el PP y la ultraderecha".
Un desprecio ante la presión del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien se dirigió en primer lugar "a las señorías de Unidas Podemos" con una pregunta: "¿No se dan cuenta de que la operación de revivir a uno de los partidos de la derecha va mucho más allá de los Presupuestos Generales del Estado? ¿No se dan cuenta que es para el que el PSOE pueda elegir".
Unas preguntas a las que respondió directamente el presidente del Gobierno dándole la vuelta a la pregunta: "Señor Rufián, yo no voy a responder por Ciudadanos pero sí le voy a decir que Ciudadanos ya eligió. Eligió el pasado 26 de mayo. Fíjese: el PSOE ganó en Madrid y gobierna el PP con Ciudadanos y la ultraderecha; ganó en Andalucía y gobierna el PP con Ciudadanos y la ultraderecha; ganó en Murcia y gobierna el PP con la ultraderecha; ganó en Castilla y León y gobierna el PP con el apoyo de Ciudadanos. Es decir, Ciudadanos ya ha elegido. Ciudadanos no se ha salido de la foto de Colón".
Sánchez justificó, sin embargo, su acercamiento con los naranjas asegurando que "queremos unos presupuestos progresistas y de país y que alcancen un acuerdo los suficientemente amplio, porque es lo que demanda la sociedad española. Entre todos tenemos que hacer un esfuerzo por superar la dialéctica ideológica y centrar el debate en los elementos que demanda la sociedad".
Malestar de Arrimadas y Bal
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y su portavoz, Edmundo Bal, se inquietaron en sus respectivos escaños mostrando su malestar. Una indignación que mostró de forma escueta Arrimadas en el inicio de su pregunta a la ministra de Educación, Isabel Celaa: "Después de escuchar a Bildu y al señor Sánchez ayer en el Senado, le pido al Gobierno que muestre más empatía con las víctimas de ETA que con sus verdugos, que les debería dar vergüenza".
Una crítica a tenor de las palabras del presidente del Gobierno lamentando este martes "profundamente" la muerte de un miembro de la banda terrorista. Más allá de la "vergüenza", Arrimadas no ha querido pronunciarse aún de forma expresa sobre el desprecio de su posible socio presupuestario.