Fuego de metralla. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó este martes su arranque parlamentario en las Cortes como un pleno casi monográfico contra el PP a quien echó en cara veladamente las nuevas informaciones sobre la operación Kitchen. Tras ametrallar al principal partido de la oposición por negarse a negociar con el Gobierno los PGE y la renovación de los órganos constitucionales, Sánchez disparó directamente al corazón utilizando las informaciones que afectan al PP.
El presidente recogió los argumentos del senador popular, Javier Maroto, por negarse a negociar con Podemos "por ser un partido investigado por un tribunal". "Investigado, no acusado... Para ustedes la presunción de inocencia no vale", señaló defendiendo a su socio de Gobierno, Podemos, justo antes de tirar de sorna: "Si aplicamos ese principio, ¡nadie se podría acercar al PP a menos de 100 metros de distancia!".
Y continuó calificando de "decepcionante" las "lecciones de moral" de los populares que tienen "un partido condenado por corrupción, con ministros sentados en el banquillo". Haciendo gala del malestar y las hostilidades que genera en el Gobierno el rechazo del PP a renovar los órganos constitucionales, Sánchez se mofó del PP por "no cumplir la Constitución" hasta el punto de decir que "hacen oposición a la Constitución".
Y no escatimó en ataques para arrinconar al PP a quien dedicó el grueso de su discurso reprochando la "deslealtad, la erosión, la división, el descrédito y el bloqueo sistemático". Todo después de vender "unidad, unidad y unidad" ante la necesidad de "arrimar el hombro" y sacar adelante unos "presupuestos de país".
Una contradicción similar a la defensa de la cogobernanza al tiempo que volvió a cargar contra la presidenta de la Comunidad de Madrid utilizando sus palabras: "Dijo que no se podía pasar del estado de alarma a la nada. Dígame usted señor Maroto: ¿la señora Ayuso es la alarma o la nada?".