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Torra recoloca de asesor a un amigo acusado de abusos laborales

El exdelegado de la Generalidad en Suiza, Manuel Manonelles, fue rescatado por el departamento de Presidencia tras un tormentoso paso por Ginebra

El exdelegado de la Generalidad en Suiza, Manuel Manonelles, fue rescatado por el departamento de Presidencia tras un tormentoso paso por Ginebra
Una empleada toma la temperatura al presidente de la Generalidad, Quim Torra | EFE

Manuel Manonelles no es un hombre de trato fácil. Tres de las cuatro trabajadoras con las que contaba en la delegación de la Generalidad en Ginebra abandonaron sus puestos por supuesto acoso laboral. Los gritos, desplantes y acusaciones de falta de entrega, capacidad y profesionalidad estaban a la orden del día, según fuentes de la "embajada". Las denuncias eran frecuentes en la consejería de Exteriores, en manos de ERC, y las quejas habían llegado hasta Marta Rovira, la secretaria general de partido republicano que reside en Suiza desde que huyera de España para no comparecer ante el Tribunal Supremo.

El caso se destapó en verano de 2019 y el departamento de Exteriores trató de relevar a Manonelles. Pero se encontró con la tajante negativa del presidente de la Generalidad, Quim Torra, amigo personal del "embajador". En otoño la situación ya era insostenible, pero Torra no daba su brazo a torcer. Al final, en febrero de este año, Manonelles regresó a España y pasó a depender de la consejería de Presidencia con un puesto de asesor del president. El exdelegado niega que fuera fulminado por ERC. Asegura que fue él quien decidió abandonar Suiza por motivos familiares y personales.

Sobre el recolocado Manonelles pesa una investigación del negociado de Función Pública de la Generalidad que se paralizó a consecuencia de la epidemia de coronavirus pero que se ha reactivado este verano. En la consejería de Presidencia, cuya titular es Meritxell Budó, niegan que tuvieran conocimiento cuando fue fichado de las acusaciones sobre Manonelles. Aseguran que fue él quien pidió el traslado y que se decidió ficharle como asesor para no dejar colgada a una persona que estaba procesada por malversación en Barcelona a consecuencia del referéndum ilegal del 1-O, según informa el diario independentista Ara.

Tras el expediente abierto contra el director de gabinete de Alfred Bosch por acoso sexual que acabó con la dimisión de Bosch como consejero de Exteriores, en el departamento se decidió activar el protocolo ante casos de acoso laboral por el asunto de Suiza.

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