El exministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, se defenderá de las imputaciones "temerarias y falsarias" de la titular del Juzgado de lo Criminal y Correccional Federal nº 1 de Argentina, María Servini, sobre su implicación en supuestos crímenes cometidos durante el franquismo.
Martín Villa comparecerá este jueves a las 4 de la tarde por videoconferencia desde el consulado de Argentina en Madrid ante la magistrada argentina que intentó detenerle en el año 2014 y que le investiga por "crímenes de lesa humanidad".
Fuentes del entorno del exministro aseguran a Libertad Digital que Martín Villa "contestará todas las preguntas que le formule la juez y la Fiscalía para defenderse de las atrocidades y disparates que le imputan". "Le acusan incluso de un crimen que se produjo el mismo día que estaba tomando posesión de su cargo", afirman.
Las mismas fuentes apuntan que Martín Villa centrará su defensa en demostrar "su no participación en los hechos investigados y en un supuesto plan para aterrorizar a españoles partidarios de la forma representativa de gobierno a través de la eliminación física de sus más representativos exponentes como se le acusa".
Sin duda, una de las pruebas más contundentes que pondrá el exministro en valor durante su declaración es el escrito remitido a la juez Servini el pasado 25 de agosto que incluye las cartas redactadas por los expresidentes del Gobierno, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, que aseguran que Martín Villa siempre actuó con un "total compromiso para defender el Estado de derecho y reformar las Fuerzas de Seguridad del Estado".
Una defensa que también han suscrito en dicho documento los ponentes de la Constitución Miguel Herrero y Miquel Roca; cuatro exsecretarios generales de UGT y de CCOO desde 1976 a 2008, Nicolás Redondo, Antonio Gutiérrez, Cándido Méndez y José María Fidalgo; o los exministros españoles Eduardo Serra, Rafael-Arias Salgado y Josep Borrell. "Ellos, cuya eliminación física yo pretendía según la querella. Ahora comparecen ante Vuestra Señoría" recoge el escrito remitido a la juez Servini.
En su declaración que se espera larga, incluso podría habilitarse el viernes para continuarla, Martín Villa destacará su papel protagonista en la Transición, "uno de los periodos más trascendentes de la historia de España". En este contexto, recordará "su participación activa en la legalización de los partidos políticos, incluido el PCE, el derecho de reunión o la Ley de Amnistía".
Las mismas fuentes lamentan el "sesgo ideológico" de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, que tal y como publicó este diario ponía a la Fiscalía al servicio de la Memoria Histórica y dejaba sin efecto una orden del Ministerio Público del año 2016 para que Argentina no investigase posibles crímenes cometidos durante el franquismo que fueron amnistiados. Dicha orden fue invalidada con una nota informativa interna distribuida en pleno verano el pasado 4 de agosto. "Se nota la mano que mece la cuna de la fiscal general... Baltasar Garzón", concluyen.
La carrera política de Martín Villa
Rodolfo Martín Villa fue nombrado gobernador civil y jefe provincial del Movimiento en Barcelona en 1974 y el 11 de diciembre de 1975 asumió el Ministerio de Relaciones Sindicales en el gabinete formado por el presidente Arias Navarro tras la muerte de Francisco Franco. En julio de 1976, Adolfo Suárez juró su cargo como nuevo presidente del Gobierno y Martín Villa aceptó el nombramiento de ministro de Gobernación.
Tras la celebración de las primeras elecciones democráticas a Cortes en junio de 1977 y el triunfo de UCD, Martín Villa fue nombrado senador real y confirmado en la cartera de Gobernación renombrada como nuevo Ministerio del Interior. Posteriormente, fue nombrado ministro de Estado para la Administración Territorial en el último gabinete de Suárez y confirmado en su cartera, con rango de vicepresidente de Administración Territorial, en el nuevo Ejecutivo de Leopoldo Calvo Sotelo.
Martín Villa llegó a ocupar la vicepresidencia del Gobierno para Asuntos Políticos tras la remodelación del Consejo de Ministros y el 29 de julio de 1982 cesó, tras ser nombrado secretario de organización de la UCD.