El presidente del Gobierno ha decidido echar toda la carne en el asador de cara a lograr su gran tarea pendiente: la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado que le permitirán salvar la legislatura y llegar a 2023 como inquilino de La Moncloa. Para ello, Pedro Sánchez ha diseñado una intensa agenda de inicio de curso político que arrancará este lunes con el acto anunciado por la ministra Carolina Darias: "España puede. Recuperación, Transformación, Resiliencia", y que en la práctica pretende ser un acto de autobombo de la actividad gubernamental con la asistencia de una "amplia representación de la sociedad civil", desde las empresas del IBEX-35, la patronal CEOE, referentes sociales y culturales ante los que optará por el discurso de la unidad y el necesario entendimiento con el PP.
Unos mensajes que serán "el eje principal" tras la reunión del Consejo de Ministros el martes 1 de septiembre, el segundo que se celebra tras la vuelta de vacaciones del Gobierno ya que el pasado Consejo del 25 de agosto sólo tuvo carácter deliberativo y no se aprobó ninguna medida concreta. Los mensajes que se lanzarán públicamente serán la necesidad de lograr "unas medidas de país" con el principal partido de la oposición.
Esto ocurrirá precisamente en en la víspera de la reunión que mantendrá Pedro Sánchez con el líder del PP, Pablo Casado, en el Palacio de la Moncloa el miércoles 2 de septiembre, con lo que el Ejecutivo pretende mandar un mensaje de presión al PP para avanzar, no tanto en la negociación de los PGE, como en el desbloqueo para la negociación de los órganos constitucionales: el Tribunal Constitucional, el CGPJ, el Defensor del Pueblo y RTVE.
Difícil la renovación, fácil el relato
El Gobierno ve más que "difícil" esta renovación de los órganos constitucionales después de que la ex portavoz del PP destituida, Cayetana Álvarez de Toledo, sospechara públicamente que a su cese seguiría una renovación inminente. Sin embargo, confían al menos en el triunfo del relato de cara a proyectar a un Casado "obcecado en el no", según explican fuentes de Moncloa a Libertad Digital. Mensaje que empezó a preparar este viernes la vicepresidenta Carmen Calvo cuando exigió al PP contribuir a la interlocución con el Gobierno por el "especial momento que vivimos" ante el que Casado "parece haber perdido la brújula".
La estrategia ofensiva con el PP tendrá su guinda el mismo miércoles con la segunda entrevista de la ronda de contactos con los grupos políticos. Sánchez ha convocado a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, con quien aspira a pactar los PGE al tiempo que le servirá de aliada para visualizar e contraste entre la "política útil de Ciudadanos frente al bloqueo del PP". El jueves 3 de septiembre continuará con la ronda de contactos con sus socios de Gobierno. Al PNV y ERC se le suma Junts x Cataluña, con quien no descartan un entendimiento inédito hasta la fecha por la pugna establecida con su competidor natural republicano.
El viernes 4 de septiembre será la celebración de la Conferencia de Presidentes, a quienes convoca nuevamente el presidente del Gobierno para consensuar medidas para hacer frente a la pandemia después de la crítica prácticamente unánime sobre la inacción del Ejecutivo durante el periodo estival. Unas críticas a las que quiso hacer frente Sánchez el pasado martes en comparecencia desde Moncloa descargando sobre las Comunidades Autónomas la responsabilidad de solicitar el estado de alarma en sus territorios. Ninguna CCAA se ha mostrado partidaria de asumir ese estigma mientras destinan la inmensa mayoría de su preocupación y ocupación en el inicio del curso escolar.
Una frenética actividad que sólo exime por ahora a la actividad parlamentaria. Las Cortes comienzan su periodo de sesiones la segunda semana de septiembre cuando el presidente deberá retomar su sometimiento al control parlamentario de la oposición. Sin confirmación oficial se espera que el Ejecutivo comience a rendir cuentas en las sesiones de control de Congreso y Senado a partir del martes 8 y miércoles 9 de septiembre.