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Los rastreadores militares estarán al servicio de las CCAA desde hoy mismo y trabajarán en brotes concretos

Defensa será el que decida cuántos militares ayudan en cada caso. La formación ha tenido como referencia el curso de la Universidad John Hopkins.

Margarita Robles, ministra de Defensa. | EFE

El Ministerio de Defensa tiene engrasada su maquinaria para que su nuevo Sistema de Respuesta Temprana ante el Covid-19 funcione a la perfección. La capacidad de rastreo está totalmente operativa, los sistemas informáticos preparados, los más de 2.000 rastreadores militares han terminado su formación, las Unidades de Vigilancia Epidemiológicas (UVEs) están conformadas y todo el sistema ha sido probado de forma interna dentro del Ministerio y las Fuerzas Armadas.

Es por ello que los gobiernos de las diferentes comunidades autónomas pueden empezar a solicitar desde este mismo jueves la ayuda del departamento que dirige Margarita Robles. Eso sí, al contrario de lo que muchos ejecutivos regionales pensaban, no se trata de pedir al Ministerio de Defensa que le preste un número determinado de rastreadores militares para que supla sus carencias -algunas autonomías ya habían anunciado cifras públicamente-, sino que la ayuda será para casos concretos.

El funcionamiento será similar al que se realiza en otras actuaciones que realiza la Unidad Militar de Emergencias (UME) por todo el país. Por ejemplo, con los incendios o pequeñas catástrofes. La comunidad autónoma hace la solicitud razonada ante un problema concreto, entonces desde el Ministerio de Defensa se envía un equipo inicial que estudia la situación sobre el terreno y que es el que decide qué medios militares se tienen que emplear en cada caso.

La petición se debe realizar al Ministerio de Sanidad y debe incluir una explicación motivada. Es decir, debe dar información sobre cuál es el problema al que se enfrenta -la mera sospecha de un brote va a ser suficiente- y desarrollar brevemente y de la mejor forma posible todo lo concerniente al caso, ya que, por ejemplo, no es lo mismo enfrentarse a un posible brote en una residencia de ancianos que a uno provocado por el ocio nocturno.

A partir de esa solicitud la respuesta del Gobierno a las regiones será muy "rápida y eficaz", según ha calificado este jueves Margarita Robles. No se ha dado un tiempo concreto o exacto de respuesta, pero preguntada la actual subsecretaria de Defensa, Amparo Valcarce, sobre si se podría dar de un día para otro su respuesta ha sido que el objetivo es que sea en menos tiempo, que sea simplemente una cuestión de varias horas.

También se atenderán casos especiales. ¿Qué quiere decir esto? Que el Ministerio de Sanidad es consciente de que el número de rastreadores de algunas comunidades es limitado o se está viendo sometido a mucha presión, por lo que será posible pedir que un cupo de rastreadores militares sustituyan en bloque a rastreadores autonómicos durante dos o tres días para que estos puedan tener unos días de libranza que no les permite su actual carga de trabajo.

Valcarce ha explicado que los rastreadores militares tienen la capacidad de volcar la información tanto en los sistemas informáticos sanitarios del Gobierno central -que es compatible y comparte información con casi todas las comunidades autónomas- como en aquellos sistemas informáticos de comunidades autónomas que no son compatibles con el resto y que tienen su propia isla sanitaria. Es decir, podrán volcar sus datos en el sistema de todos los servicios sanitarios regionales.

La formación de los rastreadores militares

Pese a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el martes la cesión de rastreadores militares a las comunidades autónomas como si fuera una medida nueva y novedosa, la realidad es que Robles lo había anunciado ya a finales de julio y había puesto en marcha toda la maquinaria necesaria para que todo estuviese listo. Es por ello que la estructura y metodología de trabajo está ya preparado y los rastreadores formados.

La formación se ha llevado a cabo durante a través del aula virtual del Ministerio de Defensa y se ha tomado como referencia el curso de rastreadores que ha elaborado la Universidad John Hopkins, una de las más prestigiosas de Estados Unidos y una de las referencias mundiales en la actualidad en casos de coronavirus, pero eso sí, adaptado a las necesidades españolas, a la disponibilidad de las Fuerzas Armadas y a sus propias condiciones de trabajo.

El curso está compuesto por cinco módulos. El primero se centra en qué es el Covid-19, qué se conoce del virus hasta este momento, cómo se propaga o qué peligros tiene para el ser humano. El segundo módulo trata sobre qué es el rastreo y cómo se rastrea. El tercero es un manual práctico de rastreo, cómo se hace, los pasos que hay que seguir en todos y cada uno de los casos y cómo se debe hacer el volcado de estos datos en los sistemas informáticos sanitarios.

El cuarto módulo trata sobre las cuestiones legales del tratamiento de la enfermedad, ya que al sistema no se debe volcar absolutamente toda la información que facilitan las personas, sino solo la imprescindible. Aquí se firma una declaración en la que se comprometen a guardar el secreto de lo que se ha conocido durante la labor de rastreo. El quinto está relacionado sobre cómo ganarse la confianza de las personas a las que se llama, qué preguntas hay que hacer y cuáles no… o cómo generar una situación de empatía con la persona a la que se está llamando.

Valcarce ha añadido que las formación de rastreadores para las Comunidades Autónomas también es una de las peticiones que se pueden realizar al Ministerio de Defensa a través del Ministerio de Sanidad.

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