La diputada y exportavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha señalado este martes que con el actual discurso del presidente del PP, Pablo Casado, la formación "renuncia a gobernar salvo que la izquierda lo haga rematadamente mal". Critica en concreto que el líder del partido defendiera que deben parecerse a la sociedad y no pretender que ésta se parezca al partido, y en ese contexto adelanta que continúa reflexionando sobre su escaño y que no descarta mantenerlo por sus votantes de Barcelona.
En una entrevista en una cadena de radio recogida por Europa Press, la que fuera portavoz hasta su destitución el 17 de agosto, ha indicado que el PP no debe renunciar a dar la batalla cultural a la izquierda y al nacionalismo, algo que entiende que ocurre tras escuchar la comparecencia de Casado después de la Junta Directiva Nacional del pasado jueves.
Para Álvarez de Toledo, España se encuentra en un momento decisivo, y le "preocupa" que tenga esa visión porque "la sociedad está cincelada por la superioridad moral de la izquierda y el nacionalismo" y por tanto se debe "cambiar esta sociedad para hacerla más libre y más igual".
"Moralmente es obligatorio", ha apuntado para luego criticar a Casado apuntando que pensar como él lo hace "es una forma de desistimiento" porque "renuncia a gobernar salvo que la izquierda lo haga rematadamente mal".
"En caso de que llegaras a gobernar, que puede ser, no vas a evitar la contestación de quien sigue gozando de la hegemonía ideológica y política a pesar de estar en la oposición", ha añadido.
Por otro lado, tras explicar que desde su destitución no ha vuelto a hablar con el presidente del partido, ha explicado que a ambos les separan discrepancias políticas "profundas" y ha lamentado que Casado entienda que ella ejerce la política con agresividad.
"Escuché su intervención, en política hay eufemismos pero todos nos entendemos, y los medios entendieron su discurso como una enmienda a lo que yo había dicho y a como ejercía yo la política", ha indicado para luego añadir que escuchó que hablaba de cavar trincheras y de agresividad.
En este sentido, Álvarez de Toledo ha indicado que ese tipo de críticas le dejan huella y "heridas en lo personal", pero ha añadido que hay que distinguir lo personal de lo político y que siempre ha tenido una enorme cordialidad con Casado.
Preguntada por si mantendrá el escaño o si lo dejará y abandonará la política, Álvarez de Toledo ha explicado que son reflexiones que no deja de hacerse pero de momento no puede dar una respuesta "nítida" porque es una decisión que debe "meditar seria y profundamente".
Pero al hilo ha apuntado que tiene un sentimiento de "compromiso personal con los 280.000 catalanes que votaron por la candidatura del PP en las elecciones generales", y ha añadido que siguen ahí sufriendo "la doble pandemia nacionalista y vírica" por lo que merecen "especial cuidado, protección, amparo y representación". "Dentro de esas reflexiones que hago, los tengo presentes", ha remarcado.
No obstante, ha indicado que las ultimas semanas al frente de la portavocía no fueron fáciles y ha denunciado que desde el minuto uno hubo personas que criticaron su nombramiento y fueron haciendo el intento de arrinconarla para limitar su acción política en el Parlamento.
En este sentido, Álvarez de Toledo ha explicado que fue "agotador" que le hicieran "una labor de zapa permanente" desde dentro del partido, y ha comentado que llegó a comunicárselo a Casado.
"A lo largo de los meses lo fuimos hablando con el presidente, es agotador cuando te hacen labor de zapa permanente desde dentro. Daba por hecho el ataque de la izquierda y del nacionalismo y también veía normal filtraciones de los barones, pero no esperaba que dentro de la propia estructura del partido sucediera eso", ha resaltado, para concluir diciendo que deja la portavocía con un sentimiento de fracaso y de decepción.