La Junta Directiva Nacional del Partido Popular ratificaba este jueves los cambios en la cúpula del partido conocidos el pasado lunes y que provocaban un importante revuelo al sustituir Pablo Casado a Cayetana Álvarez de Toledo por Cuca Gamarra como portavoz parlamentaria del partido.
Después de las acusaciones de Álvarez de Toledo contra el presidente del partido, al que acusó de minar su autonomía y libertad como portavoz, Casado explicaba en un discurso ante los suyos las razones de los cambios, que también incluyen el nombramiento del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, como portavoz de la Ejecutiva del PP y de Ana Pastor como vicesecretaria de políticas sociales. Almeida, además, estará orgánicamente por encima de todos los vicesecretarios, teniendo solo por encima al Secretario General, Teodoro García Egea, y al propio Casado.
En cuanto a Cuca Gamarra, también quiso felicitarla por su nuevo nombramiento y de ella destacó un mérito poco conocido, "ha sido la alcaldesa más votada de la historia de Logroño".
Casado comenzaba su intervención con referencias a la crisis económica y sanitaria pero enseguida lanzaba un primer dardo velado a Álvarez de Toledo -conectada a la reunión de manera telemática pero sin intervenir en ningún momento- y ensalzaba a los nuevos nombramientos, de los que destacaba su "humildad".
"Gracias Cayetana"
El líder de la oposición invalidaba la tesis de un gobierno de concentración con el PSOE defendido públicamente por la ex portavoz parlamentaria ya que, argumentaba, "no hay pacto posible con quienes piden la abdicación del Rey, la independencia de Cataluña y el blanqueamiento de los batasunos", unas palabras que arrancaban un fuerte aplauso de sus compañeros.
Luego, de manera muy breve, tenía unas palabras de agradecimiento para la ex portavoz y su trabajo "las dos últimas legislaturas, tan complejas para España". "Gracias Cayetana, esta será siempre tu casa y puedes contar conmigo para lo que quieras" afirmaba, tras haber subrayado la valía y "humildad" de sus nuevos nombramientos.
A continuación, el presidente del PP desplegaba toda una serie de argumentos para reforzar la remodelación emprendida en la cúpula del partido: "El PP no tiene vocación de minoría indomable, tiene vocación de mayoría imbatible"; "tenemos que evitar el error fatal de que para defender las convicciones hay que cavar trincheras y utilizar palabras como puños, no es así"; "en la práctica democrática la libertad son las instituciones, y las instituciones exigen cesiones a quienes forman parte de ellas, como ocurrió en la Transición"; "lo difícil no es invocar la libertad de uno mismo y ponerla por delante, lo difícil es defender la libertad de todos y ponerla por encima de todo"...palabras todas ellas cuidadosamente medidas, y enfáticamente pronunciadas, para dar réplica velada al discurso de despedida de Alvarez de Toledo el pasado lunes.