La tensión ya apenas disimulada entre la vicepresidenta primera y el vicepresidente segundo del Gobierno volvía a salir a la palestra este miércoles, veinticuatro horas después de las primeras explicaciones publicadas dadas por Pedro Sánchez sobre la salida de España del rey emérito.
Desde Oviedo, antes de reunirse con el presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, Carmen Calvo enmendaba la plana a Pablo Iglesias asegurando en declaraciones a los periodistas que, al contrario de lo que considera el líder de Podemos, Juan Carlos I "no huye de nada, porque no está inmerso en ninguna causa".
Igualmente, la número dos del Ejecutivo negaba que la marcha del padre del Rey a otro país suponga, como insistentemente vienen repitiendo los dirigentes de la formación morada, un intento de eludir la acción de la Justicia, que lleva tiempo investigando sus presuntas irregularidades financieras. Sin aludir a Iglesias, Calvo enmarcaba las posiciones del vicepresidente segundo dentro de la libertad que los partidos políticos tienen, decía, en una "sociedad democrática, diversa y libre". Al mismo tiempo, calificaba de "impecable" la tarea de Felipe VI y por extensión la del Gobierno en el "cumplimiento del orden constitucional".
La comparecencia del Presidente Sánchez ha sido decepcionante. Demuestra muy poco sentido crítico ante la huida indigna de quien fue Jefe del Estado. La ciudadanía merece que las fuerzas de izquierda estemos a la altura.
— Jaume Asens (@Jaumeasens) August 4, 2020
Unas palabras que se producen después de que importantes dirigentes morados, como el presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, hayan criticado duramente las explicaciones de Sánchez, que no dudaba en calificar de "decepcionantes" en la misma línea de lo que hizo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Un enfrentamiento que viene de largo
Además de por la salida del emérito de España, comunicada el lunes por la tarde por la Casa Real sin que Iglesias tuviese conocimiento de ello, algo que Sánchez justificó en la necesaria reserva de sus despachos con el Rey, la confrontación entre Calvo y Podemos ya venía marcada ese mismo lunes por la reunión que la vicepresidenta mantuvo con Ciudadanos.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, arremetió contra el encuentro hasta el punto de negarle legitimidad a Calvo para reunirse en nombre del Ejecutivo y de asegurar que el PSOE estaba, de manera unilateral, buscando un acuerdo con "la derecha". Preguntado sobre la negociación de los Presupuestos Generales del Estado y la posible participación de Ciudadanos en los mismos, Sánchez fue el martes muy gráfico: "No hay límite de aforo".
A juicio de la número dos de Podemos, se trató simplemente de un encuentro entre el PSOE y los de Inés Arrimadas, aun cuando a Calvo la acompañaban la ministra Carolina Darias y dos pesos pesados de Moncloa, como el Secretario General de la Presidencia, Félix Bolaños, y el Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla.