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El juez mantiene el tercer grado de Bassa y Forcadell hasta que resuelva el recurso de Fiscalía

Disparidad judicial: la exconsejera de Trabajo y la expresidenta del Parlament, en semilibertad hasta que decida el magistrado.

Carme Forcadell junto a Jordi Cuixart durante la celebración del juicio por el 1-O. | EFE

El magistrado del juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1, competente en los casos de Dolors Bassa, exconsejera de Trabajo de la Generalidad, y Carme Forcadell, expresidenta del parlamento catalán, condenadas en el Tribunal Supremo por sedición, ha decidido mantener el tercer grado de ambas reclusas hasta que resuelva el recurso de Fiscalía en contra de la semilibertad concedida por la Generalidad.

Así y a diferencia de lo ocurrido con Oriol Junqueras, los Jordis, Romeva y Forn, las golpistas Bassa y Forcadell mantienen el tercer grado. En cuanto a Jordi Turull y Josep Rull, han sido advertidos para que ingresen en prisión este ante la inminente suspensión de su tercer grado.

El juez, Jesús Ignacio Moncada, considera que el recurso de Fiscalía contra el tercer grado no puede tener efectos suspensivos salvo en fase de apelación ante el Tribunal Supremo, por lo que ha decidido mantener la semilibertad de las dos reclusas, a diferencia de la interpretación de la titular del juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 5, al que está adscrita la prisión de Lledoners, quien considera que el recurso de la Fiscalía en su instancia ya tiene efectos suspensivos, razón por la que decidió revocar cautelarmante la prisión de Junqueras, los Jordis, Forn y Romeva.

Las diferentes resoluciones judiciales ante los escritos de al Fiscalía sumadas a los recursos de las defensas de los golpistas hacen presagiar una ardua batalla judicial en el Tribunal Supremo. Forcadell y Bassa han asegurado que el juzgado número 1 se ha ceñido a la ley, a diferencia de lo ocurrido con sus compañeros golpistas. Uno de ellos, Josep Rull, al ser advertido del tratamiento diferencial para Forcadell y Bassa ha declarado en Twitter que "aún queda luz". Dos días antes, en el mitin frente a la cárcel, aseguraba que en España no había justicia, sino venganza.

El magistrado abre un plazo de diez para que las defensas presenten sus alegaciones y otro de cinco días más para que las partes puedan recurrir la decisión que finalmente adopte. En cuanto a la aplicación del artículo 100.2 del que se benefician ambas presas, el juez rechaza la suspensión cautelar en el caso de Bassa porque alega que es una decisión del Supremo, quien ya se pronunció en contra de la aplicación de dicho artículo a Carme Forcadell.

Las reclusas han acogido con satisfacción la diferencia de rasero. Se da la circunstancia de que Dolors Bassa había emitido un duro mensaje en Twitter a primera hora de la mañana en el que afirmaba: "Hoy (892 días) me apetece salir por la puerta de prisión y gritar hacia el cielo un 'Iros a la mierda' dirigido (supongo) a los poderes establecidos: judiciales, legislativos y ejecutivos. Y pienso en Junqueras, Forn, Romeva, Sànchez y Cuixart. Indignación y rabia".

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