La justicia francesa permite a Josu Ternera abandonar la cárcel y quedar en arresto domiciliario
Estará controlado a través de un brazalete electrónico. El sanguinario terrorista de ETA lo había pedido por su delicado estado de salud.
El Tribunal de Apelación de París (Francia) ha autorizado este miércoles la salida de la cárcel por motivos de salud del sanguinario terrorista de ETA José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, que quedará en arresto domiciliario y controlado con un brazalete electrónico.
El que fuera máximo responsable de los pistoleros de la organización terrorista deberá presentarse este jueves por la mañana ante los servicios penitenciarios, tras lo cual podrá abandonar la prisión de la Santé de París, donde permanece detenido desde que fue arrestado en mayo del año pasado por las Fuerzas de Seguridad en los Alpes franceses.
La presidenta de la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París ha explicado que este régimen de arresto domiciliario se autoriza por un periodo de seis meses y que el etarra tendrá que presentarse a todas las convocatorias de la justicia, deberá entregar sus documentos de identidad y no podrá salir del territorio francés.
Se alojará en la vivienda de una profesora universitaria de la Escuela Nacional Superior en el distrito III, en pleno centro de la capital francesa, y podrá salir dos horas por la mañana y cinco por la tarde de lunes a viernes y otras seis los sábados y los domingos. La presidenta del tribunal ha explicado que en caso de incumplimiento de las obligaciones de este régimen de semilibertad, volvería a la cárcel.
Lo más popular
-
Vox sigue al alza, la mayoría de la derecha supera los 190 diputados y Podemos ya está a décimas de Sumar -
El posado familiar de Pablo y Marie-Chantal de Grecia después de recuperar la ciudadanía griega -
Sánchez sigue aumentando el gasto público y las remuneraciones de los funcionarios se incrementan un 4,4% -
José García Domínguez: 'Mensaje a los catetos españoles' -
Así se están enriqueciendo los andaluces desde el fin de la hegemonía socialista
Ver los comentarios Ocultar los comentarios