Por primera vez en nueve años, la fiesta regional de Cataluña no contará con una exhibición de masas separatistas. La Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium y los partidos independentistas han renunciado a celebrar la manifestación que marcaba el comienzo del curso político en Cataluña. La posibilidad de unas elecciones autonómicas en la primera semana de octubre, la división de los partidos, la fatiga de las bases y los efectos del coronavirus son las causas que motivan al separatismo para no arriesgarse a un pinchazo.
Pero a falta de concentración, marcha o manifestación, la entidades y partidos separatistas instarán a sus socios y simpatizantes a manifestarse delante de sedes de la Admninistración del Estado como delegaciones de Hacienda, oficinas de Trabajo y de la Seguridad Social, según ha expuesto la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie.
La intención es realizar concentraciones en unos sesenta municipios de Cataluña y evitar desplazamiento por el territorio de los militantes separatistas. Se da por descontado que todavía estará en vigor la alerta por el coronavirus y se pretende reducir al mínimo la posibilidad de contagio razón por la que la celebración de estas concentraciones no se decidirá hasta casi el último momento.
Además, la ANC pretende establecer una red virtual a través de códigos QR en su página con la que los independentistas puedan contactar entre sí para llevar a cabo estas concentraciones así como para hacer donaciones a la entidad.