En plena crisis sanitaria, social y económica, la Generalidad no pierde de vista a las entidades que se han dedicado a vender el proceso separatista fuera de las fronteras españolas. Los médicos y enfermeras reclaman más medios para hacer frente a los rebrotes del coronavirus, se desploma el PIB, los comerciantes tienen el agua al cuello, Nissan se marcha tras años sin interlocución y deja más de cinco mil personas en paro, la economía está en recesión, pero a la Generalidad lo que le preocupa es que sus asociaciones regionales en el extranjero no tengan problemas económicos.
A tal efecto, el gobierno catalán acaba de aprobar las convocatorias de subvenciones para lo que denomina "comunidades catalanas en el exteriores", "casales" regionales que se han dedicado durante los años del proceso separatista a difundir la teoría de que España era una dictadura. Se trata de más de un millón y medio de euros destinados a las "comunidades catalanas" y a que entidades separatistas como Òmnium continúen con la propaganda contra la democracia española en los foros internacionales.
Según explicó la consejera portavoz del gobierno separatista, Meritxell Budó, ya se han aprobado las convocatorias de subvenciones, sólo una parte de las generosas inyecciones que reciben dichas "comunidades" por parte de las administraciones públicas catalanas para hacer propaganda antiespañola. Esta partida contempla 950.000 euros para las entidades y otros 600.000 para la "internacionalización" de los grupos que quieran dar el salto fuera de Cataluña o reforzar su presencia en el extranjero.
#Portaveu @meritxellbudo: "El Govern ha aprovat destinar 950.000 € per a subvencions a les comunitats catalanes a l’exterior, i 600.000 € per a subvencions per a la internacionalització d’entitats catalanes" @exteriorscat pic.twitter.com/xpdGtWFESy
— Govern. Generalitat (@govern) July 14, 2020
A esta cantidad hay que sumar los ocho millones de euros que cuesta mantener las "embajadas" de la Generalidad en Europa, África y América entre los gastos de personal y el arrendamiento de las sedes. En total, la Generalidad dispone de dieciséis sedes en el exterior (México, Túnez, Argentina, Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Suiza, Países Bálticos, Países Nórdicos, Balcanes, Reino Unido e Irlanda) que operan a pleno rendimiento y con el objetivo de fomentar el proceso separatista.