El Gobierno sigue dando pasos hacia adelante en la crítica abierta al anterior jefe del Estado, el rey emérito Juan Carlos I, a quien hoy mostró el camino de salida del Palacio de la Zarzuela, su residencia oficial. Preguntada por si el Gobierno es partidario de que el rey emérito abandonara las dependencias del Palacio cuyos gastos sufragan todos los españoles, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, insinuó una respuesta afirmativa que no quiso verbalizar de forma expresa.
"Bueno, yo creo que la opinión del Gobierno es obvia. Y la opinión del presidente del Gobierno quedó bastante clara con la palabras donde agradeció que el actual jefe del Estado hubiera puesto en marcha iniciativas y mecanismos para avanzar en la rendición de cuentas, la transparencia y permitir preservar también a la institución de cualquier ruido mediático que se pudiera producir. Seguimos en esa dirección y creo que esas palabras se expresan por sí solas".
Sin responder directamente a la pregunta, Montero deslizó una posición favorable no sólo en el caso de la residencia oficial del anterior monarca sino también en lo relativo a la comisión de investigación en el Congreso que previamente rechazó el PSOE. "El Gobierno ha sido muy claro y contundente y yo me quedaría con la fortaleza que ha demostrado nuestro Estado de Derecho y todas sus instituciones. Hay poco más que comentar".
Preguntada nuevamente por la cuestión, Montero incluso llegó a aplaudir las medidas que aún no se han tomado por parte de la Corona. "El Gobierno celebra todas las medidas pasadas y las futuras que se puedan impulsar para que se incremente la transparencia y se garantice la ejemplaridad de la Jefatura del Estado. Creo que la expresión es bastante obvia de lo que opina el Gobierno en relación con esta cuestión".
Y añadió, sin dejar lugar a dudas: "Adivinan ustedes perfectamente cual es la preferencia de este Ejecutivo". Adivinanzas, sonrisa en boca y elocuentes silencios con los que el Gobeirno dice sin decir que es necesario actuar para defender a la figura del actual monarca Felipe VI a quien diferencia de las actividades de su padre que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó la semana pasada de "perturbadoras e inquietantes".