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Casado y Arrimadas apoyan a Iturgaiz apelando a los socialistas defraudados por los pactos de Sánchez con Bildu

Por primera vez, el líder del PP y la dirigente de Cs han compartido un acto conjunto con motivo de la campaña vasca.

Casado, Iturgaiz y Arrimadas este domingo. | David Mudarra

Pablo Casado e Inés Arrimadas juntos en un mismo mitin. Las siglas de PP y Cs, sin perder cada una su color distintivo, el azul y el naranja respectivamente, unidas en el mismo logo, el que encontrarán los electores vascos el próximo 12 de julio. Lo que hace bien poco (Albert Rivera siempre rechazó la propuesta de Casado de una coalición electoral) era impensable se producía este domingo en Gernika, donde el líder de la oposición y la presidenta el partido liberal, haciendo una pequeña pausa en su baja por maternidad, respaldaban al unísono al candidato Carlos Iturgaiz.

Una histórica escena de plasmación de unidad entre dos formaciones que desde el nacimiento de Ciudadanos hace una década en Cataluña han vivido mejores y peores momentos en su relación política. Y que llega justo cuando, con motivo de la pandemia de la covid-19, más se han acercado los de Arrimadas al Gobierno de PSOE y Podemos, apoyando las sucesivas prórrogas del estado de alarma y el decreto de desescalada, y al mismo tiempo que en el otro territorio en campaña electoral, Galicia, ambos partidos compiten por separado tras negarse el presidente autonómico, Alberto Nuñez Feijóo, a una unión similar.

La unión no obvia la brutal desigualdad de implantación entre un PP vasco que, aún venido a menos, forma parte de la realidad institucional de esa comunidad, mientras que Ciudadanos se quedó tras las municipales de 2019 sin un solo concejal que llevarse a la boca en toda la región. Una desigualdad parecida, aunque a la inversa, a la que se da en Cataluña entre el Ciudadanos ganador de las últimas elecciones autonómicas y un PP catalán cada vez más minoritario, lo que parece decantar que sea allí donde vuelva a repetirse la coalición, aunque aún hay camino por andar.

Al subsumirse Ciudadanos en esa coalición, como ya hiciera bajo el mandato de Rivera con el acuerdo en Navarra con los populares y su partido de referencia en la Comunidad Foral, Unión del Pueblo Navarro (UPN), desdibuja una seña de identidad como la oposición a los regímenes especiales vasco y navarro, con la que Rivera protagonizó encendidos debates en el Congreso, sobre todo a cuenta de las negociaciones entre el PNV y el Gobierno central para el cálculo del Cupo. Una medida muy presente en el acto de este domingo.

Un acto bajo el árbol de Gernika

Carlos Iturgaiz era el primero en tomar la palabra en un acto que ha comenzado con el baile de un aurresku, y dejaba claro ante los dirigentes naranjas su "respeto a la foralidad" y su "respaldo al concierto económico como institución solidaria y de autogobierno". "Decimos sí a Euskadi y sí a España", continuaba el candidato vasco que pronunciaba parte de su discurso en euskera.

Tras él y bajo el árbol de Gernika, Inés Arrimadas tomaba el testigo para recordar que "ETA ya no mata pero se amenaza, se hostiga y se agrade", y eso "lo hemos visto en esta campaña", añadía la dirigente de Cs que insistía en que "esta candidatura de coalición es para que ningún constitucionalista se quede sin la papeleta que le representa" y "contra el mito falso de la buena gestión del PNV".

La líder naranja también ha querido lanzar en su intervención un mensaje de esperanza frente a unas encuestas que pintan bastos para la coalición PP + Cs. "El constitucionalismo en Euskadi no tiene techo, no hay nada imposible". "En la vida hay que ser valientes y hay que apoyar a las personas valientes que han mirado debajo del coche antes de llevar a sus hijos al colegio. Es nuestra obligación moral estar aquí", sentenciaba.

Llamamiento a los socialistas descontentos

La líder de Cs terminaba su intervención con un elogio a su candidato, Carlos Iturgaiz, recordando que, a pesar de haber enterrado a "siete compañeros", ha seguido adelante: "Admiro y respeto a personas como tú que se han jugado la vida por defender a España. Sabemos en qué lado de la historia hay que estar", decía Arrimadas haciendo también un llamamiento a los socialistas "defraudados" con el Gobierno de Pedro Sánchez por sus pactos con Bildu: "Parece haber olvidado a los compañeros del PSOE que han sido asesinados a manos de ETA".

Pablo Casado era el encargado de cerrar este breve encuentro en Gernika con un mensaje claro: "No podemos olvidar de dónde venimos". "Hoy nos falta Miguel Ángel [Blanco], nos falta Goyo [Ordoñez], nos faltan tantos guardias civiles, tantos policías...", decía un emocionado líder del PP. "Iturgaiz, tras enterrar a siete de los suyos, no tuvo miedo y siguió adelante, y con su estela vinimos muchos más", elogiaba Casado que explicaba que "ETA ya no mata gracias al constitucionalismo", porque ellos defendieron la libertad mientras "otros callaban o recogían las nueces de los agitaban el árbol".

Al igual que Iturgaiz, Casado también defendía un concierto económico "útil" para "permitir más inversiones, más prosperidad... pero eso no está pasando", explicaba el presidente de los populares.

Y, como antes hacía Arrimadas, Casado también realizaba un llamamiento a los socialistas descontentos con el Gobierno: "Salgamos a pedir el voto de todos los que quieren vivir en paz. Incluso a aquellos que tradicionalmente han votado al PSOE y que se encuentran avergonzados por las negociaciones de Sánchez con batasunos e independentistas".

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