Las posturas están alejadas y no hay atisbo de que ninguna de las partes vaya a ceder. El Ministerio del Interior ha sido el escenario este miércoles de una nueva reunión entre los sindicatos de la Policía Nacional y las asociaciones profesionales de la Guardia Civil para ver cómo se hace el reparto de la tercera bolsa de 247 millones de euros para subir el salario de los agentes. Una última subida salarial que no va a conseguir la ansiada equiparación salarial con las policías autonómicas.
Nada hacía pensar que se superasen las diferencias entre los representantes de los dos cuerpos que comenzaron con el reparto del año pasado y que, como pasó en la primera reunión para el reparto de este año, se mantiene en este 2020. Cada bando se ha enrocado en sus posiciones y no quiere moverse un ápice, más que nada porque aquellos que se muevan un poco lo pagarán en sus propias nóminas y en el futuro en las elecciones al Consejo de sus respectivos cuerpos.
Los representantes de los agentes de la Guardia Civil exigen que un 60 por ciento del dinero vaya destinado a la subida de sus salarios y que el 40 por ciento restante lo sea para el de los policías nacionales. Sin embargo, los sindicatos policiales defienden que el Instituto Armado debe recibir como máximo el 53 por ciento de la bolsa económica para la subida salarial y que el 47 por ciento debe ir a parar el cuerpo policial civil.
En realidad, el único en lo que están de acuerdo es que son los guardias civiles los que deben recibir un poco más de dinero de esa partida económica para subidas de sueldo. La razón, lógicamente, es que venían cobrando menos que sus compañeros de azul. Pero las diferencias aparecen cuando se plantea cuánto cobran de menos los agentes de la Benemérita.
El acuerdo de reparto establecido el primer año, en 2018, fue de 59-41 a favor de los agentes de la Guardia Civil. Pero el año pasado se modificó y llegaron los desencuentros, al otorgarse un 58 por ciento a lo agentes del Instituto Armado y un 48 por ciento a los policías. Los representantes de las asociaciones profesionales de la Benemérita exigen este año el 60 por ciento para recuperar ese 1 por ciento que perdieron en 2019.
Por su parte, los sindicatos de la Policía Nacional consideran que el reparto de los dos primeros años sirvió para disminuir de manera bastante sustancial la diferencia de salarios que había entre ambos cuerpos y que la situación quedaría equiparada entre los cuerpos estatales —aunque no con los autonómicas, que eran el objetivo que pretendían alcanzar—con un reparto del 53-47 a favor de los agentes de la Guardia Civil.
El secretario de Estado de Seguridad y número dos de Interior, Rafael Pérez Ruiz, ha intentado este miércoles que ambos bandos llegasen a un acuerdo, lo que ha sido imposible. Les ha emplazado a un nuevo encuentro el lunes para tratar de alcanzar un acuerdo, si no será el Ministerio del Interior quien decida el reparto. Una circunstancia que no quieren en el departamento que dirige Fernando Grande Marlaska por temor a enfadar a una de las dos partes.
Al encuentro han asistido representantes de cuatro de los cinco sindicatos representativos de la Policía: SUP, CEP, UFP y SPP. Jupol, el sindicato mayoritario, no ha asistido porque no firmó el acuerdo. Por parte de la Guardia Civil han estado APROGC, UO, AUGC, AEGC, Unión GC, ASES-GC y APC.