Un informe que desmiente el mantra gubernamental de que "nadie pudo predecir la llegada del coronavirus" y que procede además de la Fundación Alternativas próxima al PSOE. El documento" al que ha tenido acceso Libertad Digital es sorprendentemente preciso al establecer como "certidumbre" una "más que probable aparición para el 2020 de una veintena de enfermedades emergentes". Sorprendente porque el documento está fechado en el 2009, hace once años.
La novedad radica en que, en este caso, se trata de un trabajo elaborado por la Fundación Alternativas, próxima al PSOE, cuyos autores son extraordinariamente precisos en la descripción en la amenaza. Según ellos, "a día de hoy la única certidumbre que tenemos es que, de acuerdo con la tendencia observada, es más que probable la aparición para el año 2020 de una veintena de nuevas enfermedades emergentes en el mundo", habida cuenta de que "en los últimos años se han identificado más de una treintena de nuevas enfermedades en seres humanos y han rebrotado algunas que se consideraban bajo control (difteria, fiebre amarilla, dengue, cólera), y alrededor de 15 millones de muertes en el mundo (>25%) se atribuyen a agentes infecciosos".
Enfermedades que, en contra de lo transmitido estos meses, tienen un potencial mucho más devastador que la mal llamada gripe española de 1918: "Nuestras sociedades son más vulnerables e interdependientes que hace un siglo y las potenciales consecuencias de una enfermedad masiva son, sin duda, abrumadoras" porque el tráfico microbiano se ve favorecido "por el desarrollo de un mundo cada vez más interconectado a través del transporte y tráfico de personas, animales y mercancías".
El estudio presta una especial atención a España que "por su situación geográfica, vive un intenso tráfico transfronterizo con África y otras zonas del planeta, de personas, alimentos y mercancías, así como de aves migratorias, lo que puede actuar como un importante factor de riesgo en la introducción de estas enfermedades" lo cual podría explicar que nuestro país haya sido uno de los más afectados en el mundo. Y profundiza en los datos: "Los datos nos muestran cómo, en primer lugar, y a meros efectos estadísticos, los más de 50 millones de turistas que recibe España cada año suponen mucho más riesgo de introducción de enfermedades que los 400.000 inmigrantes anuales".
El Informe Integral 2020 no aporta una aproximación sanitaria sino económica y de seguridad desde el punto de vista de que alerta de las posibles pandemias como una forma de "debilitar" a los Estados modernos por "su potencial para paralizar la economía, debilitar la confianza de los ciudadanos ante la impotencia de los gobiernos para actuar, erosionar el orden social, catalizar la inestabilidad regional y constituir una amenaza estratégica con el bioterrorismo o la bioguerra".
Admiten que "evitarlas entraña una gran dificultad" pero establecen un protocolo que se inicia con "el diseño de buenos mecanismos de información y comunicación para la gestión de este fenómeno, puesto que más del 60% de los brotes de enfermedades se descubren a partir de fuentes no oficiales. Los nuevos sistemas de vigilancia no deben limitarse a la obtención de datos a partir exclusivamente del propio sistema sino que tienen que premeditar la recogida de ciertos datos sanitarios de interés a través de los nuevos cauces de información disponibles (internet, foros científicos nacionales e internacionales, comunicaciones electrónicas, etc.)", lo cual habría ayudado para no minimizar el riesgo en los días previos a la manifestación del 8-M.
Otras recomendaciones son la necesidad de "informar con transparencia" sobre posibles amenazas sanitarias y la realización de "simulacros de emergencias sanitarias para ejercitar esta coordinación en momentos críticos" y la creación de un organismo "con capacidad de coordinar, filtrar, analizar, e interpretar la información sanitaria generada por los servicios de los comunidades autónomas y consejerías de forma rutinaria. El Estado debería disponer de un organismo con amplias facultades ejecutivas y suficientes recursos operativos para mantener una coordinación interministerial y entre Comunidades Autónomas de forma continuada, y no sólo en épocas de crisis".
También aconseja reforzar la investigación en el campo sanitario ya que "existe una escasez importante de científicos", "aumentar las plantillas de profesionales con experiencia en estas disciplinas en general y, concretamente, en el "limitado número de profesionales" del Centro Nacional de Epidemiología. Recomienda "potenciar trabajos de investigación en los laboratorios y redefinir sus funciones" porque "sus posibilidades de identificar un brote epidémico son bastante limitadas".
Y añade, con un alto nivel de precisión, que es "imprescindible fortalecer el papel de los mataderos como filtro y regular mejor la figura del profesional sanitario responsable de la sanidad ganadera en la explotación", dado que "el 75% de los patógenos emergentes tienen un origen animal y que el número de EER (enfermedades emergentes) identificadas en los últimos años en los animales excede ampliamente al de las identificadas en las personas". Once años después queda en evidencia que todas estas recomendaciones fueron desoídas hasta el punto concreto de que los mayores rebrotes de la covid-19 en España se registran a día de hoy en varios mataderos de Huesca y Lérida.
Una profecía autocumplida que destruye el famoso "sesgo de retrospectiva" de Pedro Sánchez. La retrospección de la Fundación Alternativas no tiene sesgo, pese a ser afín al PSOE.