La Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha cada año, coincidiendo con los meses de verano, su mayor despliegue para controlar las carreteras españolas. Un dispositivo de seguridad que este año estará marcado por las restricciones a la movilidad a las que ha obligado la crisis sanitaria del coronavirus durante los últimos meses, lo que está trayendo consigo dos variables importantes respecto a verano anteriores que ya se están detectando.
La primera de ellas, es un descenso importante en el número de trayectos por carretera que se están realizando. La cifra de descenso en estos momentos es del 20 por ciento respecto al mismo periodo de 2019, aunque los técnicos de la DGT han detectado que la recuperación de los desplazamientos está siendo progresiva. La otra, es que están aumentando los desplazamientos de fin de semana y de corta duración, lo que también tiene sus peligros, por el exceso de confianza que generan.
Es por ello por lo que el Ministerio del Interior ha anunciado que no va a bajar la guardia. "Las ganas por recuperar la nueva normalidad no puede llevarnos a cometer imprudencias en la carretera ya que en más ocasiones de las deseadas esas imprudencias suelen acabar en accidentes mortales. Si hemos superado la fase más aguda del coronavirus no podemos estropearlo en la carretera, porque este país no puede soportar más muertes", ha dicho Fernando Grande Marlaska.
Y en este línea, la DGT ha detallado este lunes cuál va a ser su arsenal para controlar las carreteras este verano. Nada más y nada menos que 1.312 radares (684 fijos, 80 de tramo y 548 móviles), 12 helicópteros Pegasus, 216 cámaras de control de teléfono y móvil, y 11 drones o sistemas aéreos no tripulados, que se utilizarán para la regulación y ordenación del tráfico, pero de los cuales tres ya tienen capacidad para realizar denuncias sobre los conductores.
Este año, además, se estrenan en toda España —el año pasado funcionaron en Galicia— las furgonetas camufladas de la Guardia Civil. Habrá 15 unidades recorriendo las carreteras españolas y su principal cometido será denunciar a aquellos conductores que utilizan el teléfono móvil mientras conducen. Serán de color blanco, como las utilizadas habitualmente por muchos profesionales, pero se podrán distinguir por la matrícula, que empieza por PGC (parque móvil de la Guardia Civil).
La DGT ha mantenido las operaciones especiales de verano. La primera gran salida está prevista para el fin de semana del 3 al 5 de julio. Después, llegará la de primeros de agosto: del 31 de julio al 2 de agosto. Ésta dará paso al dispositivo especial que coincide con el puente de agosto, que se desarrollará entre el 14 y el 16 de agosto. Por último, también habrá un especial control en la operación retorno, que tendrá lugar entre el viernes 28 de agosto y el lunes 31 de agosto.