¿Se debe llamar terroristas a los terroristas? ¿Se debe omitir que, cuando hay atentados de carácter yihadista, ese terrorismo está relacionado con una visión extremista del islam? ¿Hay que evitar difinir a los autores de un ataque terrorista como terroristas hasta que no hayan sido condenados para no vulnerar su derecho a la presunción de inocencia? ¿Qué pasa si el terrorista se inmola? ¿Nunca se le podrá llamar terrorista?
La Fundación Al Fanar, creada en nuestro país en el año 2012 con el objetivo de "tender puentes de entendimiento" entre el mundo árabe y Europa, ha hecho pública en las últimas horas un guía que está destinada a los periodistas y los medios de comunicación españoles, con el objetivo de tratar de orientarles en cómo deben reflejar en sus informaciones todo aquello que tiene relación tanto con el islam como con el mundo musulmán.
El documento está elaborado en colaboración con varias instituciones y centros de pensamiento (o think tanks) europeos. Y tiene, entre las más de treinta páginas que lo componen, un pequeño pero llamativo apartado específico dedicado a las informaciones relativas al terrorismo yihadista de una página y media de extensión. El objetivo de la misma es tratar de desligar por completo el Islam del terrorismo que provoca la versión más estricta de su interpretación.
Una de las propuestas más llamativas es que pide que no se use la palabra "terrorista" para designar a los terroristas yihadistas. "El término terrorista debe usarse con plena responsabilidad, asumiendo que esta calificación puede llegar a atentar contra la presunción de inocencia, a sabiendas de que en muchos casos 'persona con explosivos' o 'agresor' pueden ser algunas de las alternativas posibles", dice textualmente el documento.
También pide que no se usen los términos "yihad" o "yihadismo". El documento recuerda que en el islam hay dos tipos de yihad: la mayor y la menor. La primera es la lucha que tiene una persona con ella misma para cumplir con los preceptos religiosos. La segunda tiene relación con el proselitimo y es la que se utiliza para justificar el uso de la violencia y el terrorismo por los extremistas. La guía pide no profundizar en la denominada yihad ofensiva o yihadismo.
Este documento, denominado "Islam, personas musulmanas y periodismo", cuenta en sus páginas interiores con el logotipo del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, lo que significa que ha contado con algún tipo de colaboración o de patrocinio desde el departamento que dirige José Luis Escrivá. También cuenta con el sello de la Unión Europea, por lo que es posible que también haya recibido apoyo desde esta organización supranacional.
Este tipo de intentos de proscribir el empleo del término terrorismo yihadista para definir el terrorismo que practican los partidarios de la visión más extrema del islam no es algo nuevo en nuestro país. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya elaboró una guía en la que prohibía emplear términos como terrorismo yihadista o terrorismo islámico al personal municipal y a las empresas que quieren contratar con su consistorio.