El Ministerio del Interior de Fernando Grande Marlaska sigue moviendo y ratificando piezas en el seno de la Guardia Civil. El último de ellos ha sido publicado este viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y supone un premio para el general José Manuel Santiago Marín, una de las caras visibles del Instituto Armado durante los momentos más críticos del confinamiento domiciliario que provocó la crisis sanitaria del coronavirus.
Certifica el nombramiento del general de brigada como Jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, un puesto que venía ocupando ya de forma interina desde hace varios meses, aunque él en verdad era el número dos, tras la jubilación del general que ocupaba el puesto, y que fue lo que hizo que fuera la persona elegida para sustituir en las ruedas de prensa del Palacio de la Moncloa al entonces DAO del cuerpo, Laurentino Ceña, cuando éste contrajo la covid-19.
Santiago Marín se situó en el ojo del huracán durante el pasado mes de abril cuando aseguró en una de esas comparecencias ante los medios que uno de las líneas de trabajo que mantenía el Instituto Armado durante la crisis del coronavirus era "minimizar ese clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno". Es decir, daba a entender que se estaba haciendo un control político de las críticas al Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Los miembros del Ejecutivo salieron en tromba para negar que estuviese habiendo un control policial a las críticas del Gobierno y dijeron que se trataba de un lapsus del alto mando de la Guardia Civil, algo que quedó en entredicho cuando se filtró un email firmado por el general, y enviados los días 15 y 16 de abril a las comandancias de todo el país, para que se detectasen "bulos y fake news" que pudiesen provocar "desafección a instituciones del Gobierno".
Las explicaciones del Gobierno nunca fueron contundentes y el propio general tardó varios días en dar una explicación factible. Dijo que se había confundido al decir Gobierno y que debió decir Estado, aunque el hecho de que se refiere al Gobierno tanto en la rueda de prensa como en los emails enviados días antes sigue generando dudas. La oposición llevó este tema al Congreso, exigiendo unas explicaciones a Marlaska que tampoco fueron convincentes.