El negocio de perdonar 80.000 euros a la Generalidad. La empresa NothingAD Comunicació, dedicada a la publicidad ha facturado más de ocho millones de euros desde que se celebrara el referéndum ilegal. El responsable de la compañía, Ferran Burriel, cobró cierta notoriedad por su participación en calidad de testigo en el juicio contra los golpistas en el Tribunal Supremo. Allí aseguró ante las preguntas del fiscal Javier Moreno que había renunciado a cobrar una factura de 80.440 euros relativa a la campaña para captar el voto de los catalanes residentes en el extranjero.
Burriel no tuvo ningún reparo en admitir que renunciaba a reclamar por la vía judicial el pago de la citada factura. El fiscal no salía de su asombro: "Ochenta mil euros. Tirados. Yo no los tengo todos los días, pero si los pierdo me da algo". El testigo llevaba la lección bien aprendida y no se salió de su guion. Su testimonio no contribuiría a incriminar por malversación a ninguno de los acusados. El representaba a una empresa que había trabajado para la Generalidad y seguía trabajando para la Generalidad.
De hecho y tras el 1-0, NothingAD Comunicació ha suscrito con la administración autonómica catalana más de treinta contratos por un importe de 8,2 millones de euros. Uno de los contratos de mayor importe, 2.463.935 euros se firmó en 2018 para la "realización de los servicios de gestión e inserción en internet de anuncios y contenidos informativos de diversas campañas de publicidad institucional y de acciones puntuales de comunicación", según informó Crónica Global.
Bajo esa prosa se esconde, por ejemplo, la inserción de anuncios en medios como La Vanguardia o los digitales Vilaweb y El Nacional celebrando el primer aniversario del referéndum ilegal. El último de los contratos de NothingAD Comunicació asciende a 553.719 euros por la inserción de anuncios de una campaña del departamento de Salud alusiva al coronavirus.