El Congreso ha rechazado este jueves con 186 votos en contra de PSOE, Podemos, nacionalistas y separatistas la propuesta del Grupo Parlamentario Popular por la que se instaba al Gobierno a que auditase la cifra de fallecidos desde el inicio de la pandemia por la covid-19 en España. Vox y Cs la han apoyado.
❌ El #Pleno rechaza la Proposición no de Ley por la que se insta al Gobierno a auditar la cifra de fallecidos desde el inicio de la pandemia por la enfermedad de #COVID19 en España. pic.twitter.com/6BBOuq66yA
— Congreso (@Congreso_Es) June 25, 2020
Una petición que los de Pablo Casado llevan realizando en las últimas semanas sin obtener respuesta del Gobierno. La propuesta, que se debatió el martes y fue defendida por la diputada popular Rosa Romero, recordaba que "un Gobierno que no cuenta bien a sus fallecidos es un Gobierno que no está a la altura de los españoles a los que sirve, porque no son números, son personas con sus biografías".
Por ello, desde el PP se reclamaba al Ejecutivo que se audite el número real de fallecidos por la pandemia, y advertían también de que "con los datos reales, España es hoy el país el primer país del mundo con la mayor tasa de mortalidad por covid".
"Tres de cada cuatro españoles no se creen las cifras del Gobierno", sentenciaba Romero. "A ustedes, que tanto les gusta hablar de la Memoria Histórica, decirles que nuestros mayores son nuestra mejor memoria histórica. No podemos consentir que desparezcan ni de nuestra memoria ni de nuestra historia, porque los muertos no desaparecen, aunque los oculten, y por eso pedimos que el Ejecutivo rinda homenaje en el acto del 16 de julio a todos los fallecidos", añadía la diputada del PP.
"Sin datos ciertos no conoceremos el alcance total del virus y no se podrán acometer con exactitud las medidas necesarias para luchar contra él, también contra los posibles rebrotes", sentenciaba Romero.
Por su parte, desde el PSOE, su diputado Julio Navalpotro aseguraba el martes que el Gobierno ha divulgado las cifras con transparencia y añadía que el PP utiliza las muertes con fines "partidistas" y como "argumentario electoral".