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EH Bildu y los separatistas salvan a un desaparecido Marlaska de su reprobación en el Congreso

El ministro se enfrentaba al rechazo de la Cámara por su purga en la Guardia Civil por no facilitarle información sobre el informe judicial del 8-M.

Fernando Grande Marlaska, ministro del Interior. | EFE

El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, sigue pasando malos días en el Congreso de los Diputados. Sus purgas en el seno de la Guardia Civil y la Policía Nacional todavía le persiguen y las peticiones de dimisión desde los partidos de la oposición no se han frenado. Este miércoles, por ejemplo, ha quedado más que claro que no cuenta con el apoyo de la amplia mayoría de los grupos parlamentarios de la Cámara Baja.

El juez metido a político se enfrentaba a su reprobación como ministro a petición del PP. El motivo principal era el cese fulminante del coronel jefe de la Comandancia de Madrid, Diego Pérez de los Cobos, por negarse a facilitar información sobre el contenido del informe sobre el 8-M que varios de sus subordinados habían realizado por petición de una juez. Y de añadido, por todas las mentiras que había utilizado en sede parlamentaria para justificar esa destitución.

La amplia mayoría de los grupos parlamentarios se han mostrado partidarios de la reprobación del ministro, pero su voto no en todos los casos va a ser favorable a la misma. Y es que se han podido distinguir claramente la existencia de dos bloques. Por un lado, los que han considerado intolerable la destitución de un hombre de honor como Pérez de los Cobos. Por el otro, los que creen que el coronel de la Guardia Civil es la reencarnación del mal y debía haber sido cesado mucho antes.

Los primeros, han estado representados por PP, Vox, Ciudadanos y UPN. Todos ellos han anunciado que van a apoyar la reprobación del ministro. Entre los segundos, se encontraban partidos como EH Bildu, ERC, Compromis o Junts per Catalunya, que no han dedicado palabras amables a Marlaska, pero que sí han anunciado que se abstendrán o votarán en contra de la moción. Precisamente, son los integrantes de este segundo bloque los que van a permitir que la reprobación no salga adelante.

El ministro del Interior ha conseguido de este modo evitar la reprobación, una demostración de rechazo a un cargo público pero que no tiene validez ni consecuencia real. Eso sí, todo el bloque contrario a Marlaska, con independencia de su voto final, ha censurado que el ministro haya dado la espantada y no haya estado sentado en su sillón del hemiciclo —sí lo ha estado durante la sesión de control al Gobierno— mientras los grupos parlamentarios fijaban su posición.

En esta jornada solo se ha fijado la votación de voto de los partidos. Será mañana jueves cuando los diputados decidan definitivamente si se reprueba o no al ministro Marlaska, aunque nada hace predecir que algún grupo parlamentario cambie el sentido de su voto, por lo que no habrá mayoría suficiente para reprobar a Marlaska en la Cámara.

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