El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos ha presentado en las últimas horas un recurso en el Ministerio del Interior por su cese fulminante como jefe de la Comandancia de Madrid, según ha adelantado Efe y ha podido confirmar Libertad Digital. Este cese se produjo el pasado 25 de mayo después de negarse a facilitar el contenido del informe judicial sobre la causa del 8-M que estaba abierta en un juzgado de la capital.
Este recurso es el único paso que puede realizar el alto mando del Instituto Armado, que ahora está destinado en el Servicio de Intervención de Armas de Madrid, para tratar de eliminar esta destitución por el cauce interno. De este modo, también da el paso previo para poder recurrir ese cese fulminante en los tribunales de justicia, exactamente, en los tribunales de lo contencioso-administrativo.
Y es que en verdad hay escasísimas posibilidades de que ese recurso ante Interior pueda salir adelante, puesto que el procedimiento dice que debe ser el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el que tome personalmente la decisión de aceptar o no la petición que realiza el coronel Pérez de los Cobos. Un cese que terminó firmando el secretario de Estado de Seguridad y número dos del ministerio, Rafael Pérez Ruiz.
Este cese fue el origen de un incendio de grandes proporciones en el seno del cuerpo, provocando la dimisión del en ese momento Director Adjunto Operativo (DAO), Laurentino Ceña, y la salida también del número tres de la institución, el teniente general Fernando Santafé. Ha sido la mayor crisis interna de la Guardia Civil desde que se conoció que el socialista Luis Roldán había saqueado las arcas del cuerpo mientras estuvo al frente del mismo.
El ministro Marlaska mantuvo públicamente durante varias semanas que el cese del coronel no tenía nada que ver con el informe del 8-M y que se debía, únicamente, a una reestructuración de equipos en el seno de la Guardia Civil. Sin embargo, sus mentiras quedaron al descubierto cuando se conoció una nota interna que revelaba que el cese se había producido exactamente por la causa que el ministro estaba negando.
Fue a partir de ese momento cuando cambió de versión y empezó a argumentar que el cese se había producido porque el informe del 8-M se había filtrado a los medios de comunicación poco después de que fuese entregado ante la juez que lo había solicitado. La oposición ha venido exigiendo la dimisión de Marlaska por activa y por pasiva, pero el ministro se ha negado y permanece atrincherado en su cargo.