Ni un día ha durado la fase tres en Cataluña. El presidente de la Generalidad, Quim Torra, ha ordenado que toda la región, incluidas la provincia de Lérida, Barcelona y sus dos áreas metropolitanas, que acaban de acceder a la fase tres, salgan del plan de desescalada fijado por el Gobierno. A partir de este viernes, Torra vuelve a tener las riendas del poder en Cataluña y a ser el representante ordinario del Estado en el territorio.
A los efectos de dar cobertura legal, la Generalidad ha elaborado un decreto de "nueva gobernanza" con el que da por concluido el estado de alarma en Cataluña a las 00.00 horas del 19 de junio y quedan sin efecto las disposiciones estatales. La administración autonómica se ampara en el artículo 5 del Real Decreto que fijaba la prórroga del estado de alarma a partir del pasado 5 de junio para poner fin a la tercera fase del plan de desescalada e iniciar una nueva etapa que en la jerga administrativa de la Generalidad se denomina de "reanudación".
Torra ha subrayado en rueda de prensa que "por fin se me concede ser la autoridad competente", ha asegurado que la distancia de seguridad entre personas será de dos metros y medio en Cataluña y ha llamado a extremar las precauciones ante la posibilidad de rebrotes. Según Torra, las prisas de la Generalidad para terminar la desescalada tienen el aval de los expertos y a pesar de que Cataluña ya no está bajo la tutela administrativa del Gobierno, la mayoría de las medidas de seguridad, como la obligatoriedad de las mascarillas, siguen vigentes.
El pasado viernes, Torra dudaba de que Barcelona y las ciudades de su entorno estuvieran preparadas para pasar a la tercera fase, pero el resquicio del Real Decreto para cancelar el estado de alarma por territorios le hizo cambiar de opinión, de modo que a pesar de que todavía se registran fallecimientos, doce el pasado martes, y contagios, 79 ese mismo día según datos de la propia Generalidad, la capital catalana ya está preparada para dar por terminada la desescalada. De este modo, Barcelona, su entorno y la provincia de Lérida no van a estar ni 24 horas en la tercera fase.