Ni la pandemia del coronavirus ni las estrecheces presupuestarias han frenado al presidente de la Generalidad, Quim Torra, a la hora de promover nuevos chiringuitos autonómicos. Comenzó con el Consell per la República, presentado en la sede de la Generalidad el 30 de octubre de 2018 con la participación telemática del prófugo Carles Puigdemont, siguió con la Oficina de Derechos Civiles y Políticos, el Comisionado para el Despliegue del Autogobierno y el "Foro cívico y social para el debate constituyente" y continúa con el "Grupo de trabajo Cataluña 2022", plataforma que debe asesorar a la Generalidad en materia de reconstrucción de la región tras la crisis del coronavirus.
La Oficina de Derechos Civiles y Políticos también fue creada en octubre de 2018 con el objetivo de denunciar la presunta persecución que sufrían los independentistas. Al frente, Torra nombró a un exconcejal de la CUP en Manresa, Adam Majó, quien también fue militante del Moviment de Defensa de la Terra, el brazo político de la banda terrorista Terra Lliure. La función de Majó es realizar informes contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, incluidos los Mossos, trabajo por el que cobra casi cien mil euros al año.
El Comisionado para el Despliegue del Autogobierno fue el primer chiringuito de Torra en orden cronológico, pues bajo ese nombre se oculta una suerte de comisariado cuya función era la de evaluar los supuestos daños perpetrados en la Generalidad por la aplicación del artículo 155 de la Constitución tras el golpe de Estado separatista. Al frente se encuentra quien fuera segundo del exconsejero Santi Vila, Pau Villòria, cuyo sueldo supera los 110.000 euros al año.
Un ente a la medida de Lluís Llach
En cuanto al Foro Cívico y Social para el Debate Constituyente, este era el chiringuito creado a la medida de Lluís Llach con el propósito de que se redactara una constitución catalana con la participación de toda clase de entidades y grupos de la denominada sociedad civil. En agosto del pasado año el gobierno regional decidió suprimir el organismo ante la falta de actividad del mismo.
En cuanto al último capricho de Torra, el Grupo de trabajo Cataluña 2022, se pretende movilizar a unos cuatrocientos expertos entre académicos y profesionales que diseñen la reconstrucción de la región tras la pandemia. El grupo está encabezado por el arqueólogo Genís Roca y la profesora de administraición pública Victòria Alsina. Entre los personajes más destacados figura Tatxo Benet, socio de Jaume Roures en Mediapro.
Estos organismo se suman a la red de 392 empresas, consejos y entidades de la Generalidad entre los que destacan el Consejo Audiovisual de Cataluña, la Oficina Antifraude, la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, el Síndico de Agravios y la Autoridad Catalana de Protección de Datos, organismos en la mayoría de los casos con mandatos caducados, estructuras sobredimensionadas y sueldos directivos cienmileuristas.