El Gobierno y Ciudadanos darán este viernes un paso más en la buena sintonía que, desde la llegada de Inés Arrimadas a la presidencia del partido naranja, y coincidiendo con la crisis sanitaria del coronavirus, mantienen. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, recibirá en la Moncloa a una delegación de la cúpula naranja en la que no estará Inés Arrimadas, de baja por maternidad, pero sí sus principales lugartenientes.
La secretaria general, Marina Bravo, el vicesecretario general, Carlos Cuadrado, el portavoz adjunto, Edmundo Bal, y el secretario general del grupo parlamentario, José María Espejo, mantendrán un encuentro en la sede de la presidencia del Gobierno para discutir el plan de desescalada, que Ciudadanos apoya como ha hecho con todas las prórrogas del estado de alarma.
Al encuentro acudirán por parte gubernamental, acompañando a la número dos de Pedro Sánchez, la ministra de Política Territorial y Administraciones Públicas, Carolina Darias, el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario de Estado de relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla.
El anuncio hecho este jueves no es más que la normalización absoluta de unas relaciones que se han afianzado en los últimos meses, dejando atrás la guerra fría que el expresidente naranja, Albert Rivera, mantuvo con el PSOE y con Sánchez, al que vetó expresamente a principios de 2019, antes de su dimisión en noviembre del pasado año.
El apoyo a los decretos de estado de alarma y también a algunos de los decretos económicos ante la crisis de la covid-19 han provocado cierta marejada interna en la formación, con tres sonoros abandonos. El exportavoz parlamentario Juan Carlos Girauta y la exportavoz en el Ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías, decidían darse de baja como militantes, un camino que poco después seguía, renunciando además a su acta de diputado en el Congreso, Marcos de Quinto, uno de los últimos fichajes de Rivera.