La aviación militar de Rusia ya sabe que los cazas de combate españoles están protegiendo de nuevo el espacio aéreo de las tres repúblicas bálticas. De hecho, ya han tenido sus primeros encuentros en el aire. Y es que los F18 del Ejército del Aire han interceptado en su primer mes de despliegue en la zona a al menos media docena de aeronaves. Todas ellas pertenecientes a la Fuerza Aeroespacial rusa.
El Ejército del Aire ha hecho públicas en las últimas horas unas imágenes de la OTAN sobre el trabajo que realizan los aviones españoles. En las mismas se puede observar cómo los cazas F-18 Hornet interceptan un avión de transporte táctico Antonov, dos cazas de combate Sukhoi y un avión de transporte Tupolev. No se aprecia en las mismas que se produjesen momentos de tensión como ha pasado puntualmente en años anteriores.
Los militares españoles se han desplegado por sexto año consecutivo en las repúblicas bálticas en la misión de Policía Aérea de la OTAN. El objetivo principal de la misión es proteger el espacio aéreo de los tres países, que no tienen medios suficientes como para garantizárselo ellos mismos. Cuando ingresaron en la organización supranacional llegaron a un acuerdo para que fueran otros socios quienes de manera rotatoria les garantizasen esa protección.
El destacamento español llegó a la base aérea de Siauliai (Lituania) pocos días antes del 1 de mayo, tras pasar un periodo de cuarentena por el coronavirus, y permanecerán allí hasta finales de agosto. Está compuesto por seis cazas de combate F18 del Ala 15 (Zaragoza), cuatro en activo y dos en reserva, y 137 militares, entre pilotos, mecánicos, armeros y otro personal militar necesario.
Este equipo de las Fuerzas Armadas españolas no es el único que presta servicio en estos momentos en esta misión. Se encuentran compartiendo base con cuatro cazas Eurofighter Typhoon de la Real Fuerza Aérea británica. Además, hay desplegados otros cuatro cazas Mirage 2000 del Ejército del Aire francés en la base aérea de Ämari, en Estonia.