Nuevo escándalo en la sanidad pública catalana. El gerente del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), Antoni Encinas (un médico próximo a ERC, partido del que depende la consejería de Salud) autorizó el pasado marzo, con el estado de alarma ya en vigor, la adquisición de vehículos de alta gama por un importe de un millón cien mil euros. Y lo hizo por el procedimiento de urgencia, sin pasar por el consejo de administración y al amparo de las disposiciones presupuestarias que se estaban poniendo en marcha para hacer frente al coronavirus.
Según la denuncia del medio Crónica Global, Encinas autorizó la compra de unos vehículos que el personal del SEM no sabe que función tendrán ni a quién o qué se destinarán. Se trata de una veintena de vehículos que incluyen dos todoterrenos de intervención rápida, uno de apoyo vital avanzado, otro para emergencias nucleares, radiológicas y bacteriológicas similar a los que utiliza la Unidad Militar de Emergencias y 17 de intervención rápida.
El expediente de compra no incluye presupuesto de mantenimiento ni quién se ha hecho cargo de la equipación de los vehículos con sistemas informáticos y de radio, detalles que al ser un procedimiento de urgencia se ahorró el gerente. El personal del SEM denuncia que ese millón cien mil euros equivale a cuatro veces el coste del aumento salarial del 0,25% que demandan. El gasto contrasta además con el hecho de que el personal de las ambulancias utiliza mascarillas quirúrgicas y no las FFP2 de mayor protección porque, según la Consejería, no hay dinero para más.