El Mundo
"La Guardia Civil sospecha que el Gobierno le oculta datos del 8-M". Normal, un delincuente no suele facilitar que se descubra su delito. "La purga de Marlaska desata la mayor crisis en la Institución desde Roldán". El ministro dio ayer una rueda de prensa de vergüenza ajena. Incluso intentó sobornar a la Guardia Civil. ¡Y este mafioso fue juez!
Rosell no oculta el desprecio que le produce el ministro del interior. "La única comparecencia que esperamos ya de Marlaska es esa en la que anuncia su dimisión. De un gobierno abonado a la mentira como estrategia de supervivencia a cortísimo plazo no cabe esperar autocrítica ni veracidad en una rueda de prensa de preguntas filtradas y argumentarios retorcidos hasta el bochorno. Es difícil concebir un ministro del Interior que haya hecho tanto en tan poco tiempo para destruir su propio prestigio como juez". "Para definir el desprecio al decoro democrático de Marlaska solo se nos ocurre Baltasar Garzón".
Marlaska se ha convertido en el "más solícito cancerbero " de Pedro Sánchez. "Desde Luis Roldán no se caía tan bajo". "Con su arbitrariedad, su sectarismo y su dobleces, Marlaska ha degradado el cargo de ministro de Interior. Es un hombre inhabilitado para la política. Y seguramente también lo está para la justicia. Marlaska debe irse ya". A Laos, si es posible.
Federico Jiménez Losantos cree que "como no podía destituir a la juez, Marlaska va y destituye a Pérez de los Cobos. Pone en su lugar al jefe de los servicios de investigación y ¡milagro! aparece, manipulado para ser desprestigiado en los diarios de Escolar y Javier Monzón, el informe que la juez ordenó secreto y Marlaska dijo no conocer. Para rematar el día, Marlaska anunció como subida de sueldo el pago de cinco meses de retrasos. Así, añadió al castigo la sombra del soborno". Qué vergüenza, no se puede caer más bajo.
El País
El periódico del régimen se arrastra por el lodo con el caso Marlaska. Primero nos intenta vender que "los expertos coinciden en que el 8-M resultó marginal en la pandemia". Los expertos son Fernando Simón, el delegado del Gobierno en Madrid, Marlaska y Pedro Sánchez bajo el pseudónimo de "Pablo Linde".
Si ayer intentaba desprestigiar al abogado que puso la denuncia, el estercolero de El País va hoy a por la Guardia Civil. "El informe de la Guardia Civil: lleno de errores y rechazado por 10 organizaciones". Eso lo tendrá que decir la juez, no los voceros del Gobierno.
El editorial tiene la poca vergüenza de intentar poner un bozal a la oposición. "Es precipitado y ventajista que parte de la oposición pretenda abordar el control parlamentario de las acciones del gobierno frente a la pandemia dando por sentado que cometió delitos solo sobre la base de que un juez ha iniciado la investigación". Y de que lo hemos visto todos. En opinión de Soledad Gallego la oposición no tiene que ocuparse "de si un ministro determinado puede cesar o no a un cargo de su departamento por pérdida de confianza, un acto de índole administrativa". ¿No os dais ni un poquito de asquito?
Hasta sus propios lectores le contradicen. "Lo mínimo sería que mañana mismo el ministro del Interior explique todo esto ante el parlamento y los ciudadanos", exige Julián Gutiérrez en una Carta a la Directora.
Y es que ni el propio periódico se cree lo que cuenta. Carlos Cué no se atreve a decir abiertamente lo que piensa, es comprensible, se juega el puesto, pero deja caer el intento de soborno de Marlaska a la Guardia Civil al desbloquear 247 millones "en un momento de máxima tensión por la destitución del coronel. La comparecencia no estaba prevista, pero la polémica precipitó su presencia en el último momento. Sin embargo, sus primeras palabras no se refirieron al caso", sino que ofreció pasta a la Guardia Civil si obedecen como es debido al Gobierno. Un dinero que eran "compromisos anteriores al estallido de la crisis sanitaria". "En su afán por explicar la destitución, el titular de Interior ha llegado a juegos verbales extraños".
Francesc de Carreras, un hombre decente, se enfrenta a su periódico y desnuda sus mentiras. "Ya se sabia que antes del día 9 de marzo el gobierno tenía noticias fiables sobre la gravedad de la situación y el ministro de Sanidad había sido informado en Consejo de Ministros; pero lo que no había trascendido era que algunos actos se habían cancelado por esta razón y otros, de dimensiones mucho mayores, se permitieron, como la manifestación del día de la mujer, el 8 de marzo. Las mismas razones servían para prohibir y para autorizar: incongruencia y discriminación. ¿Cuántas vidas, perjuicios y gasto nos habríamos ahorrado?". En cuanto a Marlaska, Carreras corrige sin tapujos la línea editorial del periódico. "¿Confianza para qué, para que se preste a saltarse la ley? El mismo día, Marlaska promete a la Guardia Civil el aumento de un 20% de su sueldo: un insulto a su dignidad".
"Las medidas antipandemia se decidieron tarde a sabiendas, desde el Ministerio del Interior se toman decisiones contrarias a las garantías judiciales reconocidas en la Constitución, la economía se pone en peligro por intereses partidistas. Este gobierno ha entrado en la agonía". Carreras, eres un valiente. Enfrentarse de esa manera a las mentiras del medio en el que uno escribe es un ejemplo de dignidad. Toda mi admiración.
ABC
"Marlaska usó a tres superiores del coronel para presionarle. Los juristas afirman que el ministro pidió al coronel que cometiera un delito". Dice el editorial que Marlaska "se ha revelado como un profesional del sectarismo al servicio de la extrema izquierda. Es un manipulador de la información, un perseguidor de la libertad de expresión y, sobre todo, un enterrador de la separación de poderes". "Es crucial que el poder judicial defienda a la instructora, e incluso que ésta advierta al gobierno de que su abuso de poder puede acarrear responsabilidad penal". Y ya lo de la subida de sueldo clama al cielo. "Es casi un insulto intentar tapar con dinero el malestar que sus trapacerías han generado en un cuerpo que tiene el honor como divisa". Como dice José María Carrascal, "si Marlaska cree que puede apagar el escándalo comprando a la guardia civil ¡que poco la conoce!". Bueno, hay uno, el ascendido Pablo Salas, que al aceptar el cargo en estas circunstancias ha puesto su honor bajo sospecha.
La Razón
"Crisis en la Guardia Civil: el honor no se compra". Dice el editorial que "solo la mera muestra de incompetencia de un ministro que ha provocado una convulsión en el seno de la guardia civil y llevado el desasosiego a la opinión pública en plena crisis exige su destitución (…) Muy preocupados deben estar en la Moncloa ante las investigaciones sobre la gestión de la pandemia para caer en el absoluto disparate". Aterrorizados, debe estar.
Francisco Marhuenda alerta de que "la maquinaria política y mediática del gobierno social comunista se ha puesto en marcha con toda su potencia para tapar el escándalo por la depuración del coronel Pérez de los Cobos. La actuación despótica de Marlaska refleja un inquietante desprecio a la Guardia Civil y la justicia". "Nos quieren tomar por idiotas", llegando al "despropósito final de tapar el escándalo comprando el honor de la Guardia Civil". Y para colmo del esperpento, los muertos suben y bajan, resucitan y vuelven a morir todos los días. Qué gobierno. Las caceroladas se quedan cortas.