Con más de setecientos mil trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), casi medio millón de parados y los indicadores económicos en caída libre, el gobierno de la Generalidad no contempla ni por lo más remoto una reducción del sueldo de los consejeros y altos cargos. Así lo indica en cada rueda de prensa la portavoz del Govern, Meritxell Budó, a quien le parece que plantear rebajas de salarios de los políticos es "populismo".
Preguntada Budó por la propuesta del presidente del "Parlament", Roger Torrent (ERC), de destinar una parte del salario de los diputados a combatir el coronavirus, la consejera posconvergente ha respondido que "se trata de no hacer recortes". Budó se escuda en que el vicepresidente y responsable económico del ejecutivo regional, Pere Aragonès, del mismo partido que Torrent, pretende sortear la crisis sin practicar recortes, idea que según la portavoz no se debe ceñir solo a la sanidad, la enseñanza, lo servicios sociales o los salarios de funcionarios y empleados públicos, sino que se debe hacer extensiva al sueldo de altos cargos, diputados y consejeros autonómicos.
La consejera aprovechó la pregunta para volver a cargar contra el Gobierno, exigir dinero al Estado y que se flexibilice el objetivo de déficit. Budó ya dijo además en otra comparecencia el pasado mes y cuestionada sobre lo mismo que "la crisis no se soluciona bajando el sueldo a las trabajadoras y trabajadores públicos", equiparando a los consejeros de Quim Torra con el personal sanitario, docente, policial o funcionarial. Budó cobra 115.000 euros anuales. Torra, 150.000.