El presidente de la Generalidad, Quim Torra, ha cumplido dos años en el cargo y lo celebra con un artículo en La Vanguardia en el que anuncia que no convocará elecciones, tal como había prometido en enero. Según Torra, "ahora no es momento de abocar el país, las instituciones y los partidos a un proceso electoral que disolvería el Parlament y su capacidad legislativa y que convertiría aquello que tiene que ser el momento de la cooperación en una competición descarnada de interés de los partidos. Ahora tenemos que poner el país por delante de los partidos. Por responsabilidad y rigor".
Torra no quiere ni oír hablar de comicios y se niega a consensuar con ERC una fecha electoral. Mantiene las distancias con los republicanos y unas relaciones cada vez más tensas. En el texto para el diario del conde de Godó, reprocha a la formación de Junqueras que se empeñara en retrasar unas elecciones que él quería convocar de inmediato hasta la elaboración y aprobación de los presupuestos. Así, escribe: "Si no convocamos unas elecciones para poder aprobar un presupuesto, tampoco lo haremos ahora en medio de la emergencia sanitaria, económica y social mayor de los últimos tiempos".
La propuesta de Torra, según dice, sigue siendo la indepencencia tras dos años a su juicio "marcados por la vulneración de derechos humanos y fundamentales, empezando con el 155 y ahora con el estado de alarma, pasando por juicios, prisiones y exilios ignominiosos".
El presidente regional de Cataluña también reivindica en la colaboración con La Vanguardia a los "'héroes del imposible' de aquellos años treinta que cambiaron de manera brillante el futuro de los catalanes" y llega a asegurar que la actuación del Estado en octubre de 2017 para frenar el golpe separatista supuso "la cara más oscura del Estado desde la restauración borbónica".
En el artículo para celebrar su segundo aniversario como presidente autonómico no hay ningún reconocimiento para los que siguen siendo sus socios de gobierno, ERC. Las relaciones entre Junts per Catalunya (JxCat), la formación de Torra y Puigdemont, y los republicanos están cada vez más deterioradas. El último episodio de la crisis son las tres mociones de censura que ERC ha presentado contra los alcaldes posconvergentes de las localidades leridanas de Cervera, Ponts y Maldá.