El Mundo
"Declarar que no se tienen ingresos bastará para cobrar la renta mínima". "Sánchez flexibiliza el despido de los afectados por los ERTE".
Cuenta Rosell el "trágala a los empresarios" que ha impuesto la dictadura en la que nos hemos instalado sin darnos cuenta. "La patronal se sumó al acuerdo por responsabilidad social, pero el órdago lanzado por el Gobierno representa un chantaje inadmisible a las empresas, que son el motor del tejido productivo en nuestro país". Y desvela cómo las gastan los gánsteres que nos gobiernan. "Antes del pacto, el Gobierno amenazó a la CEOE con encarecer los ERTE". Amenazas, chantajes, represión. Esta es la España de hoy, que a los más mayores les recuerda la que creían superada hace 40 años.
Raúl del Pozo certifica que "ahora entramos en la segunda plaga, la de la galipa provocada por el paro y la reducción de salarios. Cuando termine el confinamiento, la calle será de la cólera, en el país que había olvidado las cartillas de racionamiento y el hambre que siempre vuelve como la sequía, el alboroto y las revueltas". "Dentro de unos meses cada parado será un peligro público", augura.
Jorge Bustos le dedica su columna a Casado, no sé si para bien o para mal. "Empieza a cundir la idea de que Casado es demasiado decente para llegar a la Moncloa. No está dotado para el cinismo, dicen, en grado remotamente comparable al de su adversario, con quien los escrúpulos morales, lejos de ser una ventaja apreciada por el electorado, suponen una rémora imperdonable". No es eso, Bustos, es que es imposible competir con Sánchez en indecencia, cinismo, desvergüenza, matonismo, en fin, me faltan adjetivos para describir al personaje. "He criticado las deficiencias del liderazgo de Casado y seguiré haciéndolo. Pero nunca incluiré entre ellas la calidad humana. Con un Sánchez hemos tenido más que suficiente". El problema es que un lindo gatito no puede competir con una hiena. Hay que sacar el bazuca, y no con palabras sino con hechos.
"Cs se abre a negociar la alarma". Cuidado Arrimadas con pasarse de frenada. El Gobierno está utilizando el estado de alarma para cargarse libertades como la de manifestación y protesta contra el gobierno y utilizando a la policía para imponer la mordaza. Que se ande con mucho tiento a la hora de tomar decisiones.
El País
El periódico es hoy una sarta de mentiras, medias verdades y, por supuesto, la sección especial de ataques a Ayuso. "El Gobierno firma con los agentes sociales ampliar a fin de junio los ERTE". Por supuesto, oculta las amenazas de Yolanda Díaz a Garamendi. Y sin un resquicio de moralidad, le ataca de la manera más baja y miserable. "La patronal se resistía a ese compromiso. No fue fácil convencer a algunas de las organizaciones que integran la CEOE, habitualmente más cómodas con ejecutivos de otros colores políticos". ¿Qué hace el IBEX manteniendo este folletín? Se tendrán bien merecido que se hunda la Bolsa.
Contra Ayuso hay varios titulares. "Aznar y Ayuso, la unión del PP más duro". Un tal Vicente Pérez Quintana, responsable de una de esas asociaciones vecinales podemitas, dice que "en los últimos días Ayuso se ha descolgado con propuestas como liberar el suelo y cambiar la ley para suprimir el requisito de la licencia para construir viviendas". Si lo hubiera propuesto Podemos diría que es para resguardar el derecho a la vivienda de los más desfavorecidos.
Pero el colmo de la mentiras de El País es su relato sobre cómo el Gobierno utiliza a la policía para vulnerar el derecho a la protesta y la manifestación desafecta al Gobierno. Primero mezcla caceroladas con botellones. "La policía desalojó 400 fiestas y disolvió 97 botellones durante el fin de semana". En el cuerpo de la noticia, dice que la protesta en Núñez de Balboa fue un botellón. "13 personas fueron identificadas y sancionadas por concentrarse sin guardar la distancia social exigida frente a una vivienda del número 59, que tenía la música a todo volumen, según informaron fuentes policiales". La música en cuestión era el himno nacional, pero eso se lo calla este panfletillo.
"Al llegar al lugar encontraron a cien personas congregadas, por lo que los policías, ante el caso omiso a retirarse del lugar por parte de algunas personas, pidieron refuerzos. Hasta el lugar acudieron agentes antidisturbios y sancionaron a 13 viandantes. Esta fiesta improvisada coincidió con una cacerolada contra la gestión del Gobierno de España, que fue secundada por algunos vecinos desde sus balcones". Vamos, que no era una fiesta, era una protesta contra el Gobierno.
Y sigue con esta historia increíble. "Algunos de ellos criticaron la presencia policial al grito de 'libertad' o 'Gobierno, dimisión', tal y como se puede ver en algunas imágenes publicadas en redes sociales, porque pensaban por error que estaban intentando impedir dicha protesta. Según las mismas fuentes, los identificados no tenían nada que ver con la cacerolada, no portaban ninguna pancarta o proclama política". ¿Y quiénes son esas fuentes anónimas, señores de El País? ¿Marlaska? Porque Libertad Digital publica, con nombre y apellido, que el Delegado del Gobierno ha prohibido cualquier manifestación contra Sánchez y ha ordenado a la policía que actúe contra quien lleve banderas de España o camisetas pidiendo la dimisión de Sánchez. Dictadura encubierta.
ABC
"SOS de un sector clave para España. Una oferta de sol y playas libre de coronavirus". Y es que Rubido está preocupado, con razón, por el turismo. "Recuperar el turismo es esencial. Si los pronósticos no eran optimistas para que España continuase en la senda del crecimiento, ahora, con la clausura de la temporada turística, las expectativas son demoledoras". "Es desolador que fuera de España nos sigan penalizando las mentiras de Sánchez en la gestión del virus, y que la prensa internacional lo empiece a retratar como un mentiroso compulsivo capaz de utilizar a la OCDE como coartada para pervertir la cifra de test practicados en España". ¿Y qué quieres, Bieito? Aquí soportamos estoicamente sus embustes y sus negligencias, pero en Europa no tienen por qué hacerlo.
Sobre el follón que ha liado Sánchez con la desescalada política, dice Manuel Marín que "la sospecha de que no solo influyen razones sanitarias, sino notorios castigos políticos, se ha extendido". "La rebelión autonómica contra Sánchez ya no es sorda. Los presidentes regionales han perdido el temor a ser tachados de antipatriotas inoportunos, y la guardia pretoriana de Sánchez ha agotado a lo barones, con sus silencios , sus evasivas, sus respuestas etéreas o sus embustes". En cuanto al caso de Valencia, que Puig no se preocupe. Lo que ha hecho el déspota de Moncloa es "castigar a barones críticos del PSOE para disimular su cacería contra el PP", pero que no se preocupe, el césar le pasará a la fase 1 la semana que viene.
Trata ABC el asunto de vital importancia de las prohibiciones para manifestarse. "La decisión del Tribunal Constitucional de aplazar hasta otro momento procesar su doctrina sobre la posibilidad de manifestarse durante el estado de alarma dejan en suspenso el legitimo ejercicio de uno de los derechos que sostiene el sistema democrático. Lo que hace el TC al lavarse las manos es dar naturaleza a un genuino estado de excepción en el que la prioridad no es ya la protección de la salud pública, sino el blindaje del propio gobierno. Se puede respetar el distanciamiento social y, a la vez, manifestarse contra los excesos del régimen impuesto por Sánchez, bendecido por los magistrados del Constitucional". Lo que nos faltaba, que los tribunales se hagan cómplices del golpe de Estado encubierto de la banda de Sánchez. Vamos a tener que salir a la calle a riesgo de que nos mate a tiros la policía de Marlaska.
La Razón
"Primera denuncia colectiva por el coronavirus contra el Gobierno". A ver si tenemos suerte y acaban en la cárcel. La Razón ofrece datos que demuestran el trato de favor a País Vasco. Dice Antonio Martín Beaumont que "el proceso carece de criterios claros. Las cifras cantan". "Sánchez ha cedido a las imposiciones del PNV. El objetivo ha sido garantizar la estabilidad política del presidente". Y punto pelota. "Ya hay, incluso en la Moncloa, estrechos colaboradores del presidente muy partidarios de una veloz corrección en toda regla. Sobre Valencia y Andalucía no caben dudas. Lo de Madrid, sin embargo, es harina de otro costal". Nos tendrá recluidos hasta que hunda la economía de la región, ese es su objetivo.
Y eso es así porque, como dice Abel Hernández, "después de observar la infame campaña contra Isabel Díaz Ayuso promovida por la izquierda gobernante con la entusiasta colaboración de sus medios afines y algún despistado, uno tiene dudas de que las razones del comité de expertos anónimos para dejar a esta comunidad estancada en la fase cero de la reclusión obedezca solo a criterios técnicos". Resulta que, por mucha propaganda y campañas que hagan, las mentiras ya no cuelan y la gente, "en su mayoría, responsabiliza de lo que ha pasado al Gobierno de Sánchez. Ante tal panorama se han lanzado a degüello contra Ayuso, una mujer que en unos meses ha demostrado que es una política de garra, trabajadora incasable al servicio de los madrileños, ejemplo de comportamiento en la enfermedad, y que ha hecho frete con entereza y sentimiento a la difícil situación sin el adecuado respaldo del Gobierno central". O más bien a pesar de los obstáculos del Gobierno central.
"Los que la conocen aseguran que, si la ponen en un brete, es capaz de apretar el botón rojo y convocar elecciones. Pero no lo hará. La jauría de la campaña puede seguir ladrando a la luna". Pese a que, como denuncia Marhuenda, "Sánchez ha impuesto una dictadura constitucional". Con la cooperación necesaria de Ciudadanos, PP y los propios tribunales.