Albert Rivera definía al Partido Popular como su "socio prioritario" y lo cierto es que en el último año de su mandato al frente de Ciudadanos, justo antes de su dimisión tras el batacazo electora de noviembre que abrió el paso a Inés Arrimadas, la formación naranja llegó a acuerdos con los populares, en la mayoría de casos con el apoyo parlamentario de Vox, para gobernar en cuatro comunidades autónomas, Madrid, Andalucía, Murcia y Castilla y León, y en muchos ayuntamientos importantes, sin ir más lejos el de la capital de España.
Pero este miércoles, los naranjas marcaron un punto de inflexión en esta relación con los populares llegando a un acuerdo con Pedro Sánchez y respaldando la prórroga del estado de alarma, al contrario de lo que hicieron los de Pablo Casado, que se abstuvieron.
La pregunta que ha surgido tras la sesión de este miércoles es si la política de alianzas de Cs ha cambiado y si esta circunstancia puede tener consecuencias en los acuerdos autonómicos entre los de Arrimadas y los de Casado.
Arrimadas y Casado descartan la ruptura
La propia Arrimadas, que rompió su estricto confinamiento domiciliario (está en avanzado estado de gestación) para intervenir en el pleno parlamentario de este miércoles, se esforzó durante su intervención en alejar esa especulación. "El Gobierno tiene 155 escaños de apoyo, ni uno más ni uno menos, y después de este debate tendrá los mismos" señaló, al tiempo que criticó la actuación de un Ejecutivo que, a su juicio, llegó "tarde y mal" a la respuesta a la covid-19.
En el Partido Popular esperan que el pacto de Arrimadas con Sánchez para apoyar la cuarta prórroga del estado de alarma fuera "algo puntual" y aseguran que "no temen" que esa decisión tenga consecuencias en los pactos autonómicos con los naranjas. Consideran que las Comunidades Autónomas son el mejor "contrapeso" para un Gobierno como el de Pedro Sánchez. "Creo que en Madrid, Castilla y León, Murcia y Andalucía la coalición entre el PP y Cs está siendo exitosa para gestionar esta crisis sanitaria y bajar impuestos", aseguraba Pablo Casado en una entrevista en COPE. "Los acuerdos autonómicos gozan de buen estado de salud y la relación entre Casado y Arrimadas es muy buena con una interlocución fluida", sentencian desde Génova.
FAES: "Para ser un partido joven, le pesa su pasado"
Un tono conciliador que dista mucho del escrito que han difundido este jueves desde la fundación FAES, que encabeza el expresidente popular, José María Aznar. Muy duros contra Cs aseguran que "para ser un partido joven, parece que le pesa mucho su pasado. Su apoyo a la prórroga suena a expiación autoimpuesta o a una tardía búsqueda del tiempo perdido. Tal vez su problema sea un equivocado instinto contracíclico, antes y ahora. Cuando la recomendación esencial para no contagiarse es mantener las distancias, deciden arrimarse".
Recuerdan desde FAES la historia de la rana que se ofrece al escorpión para ayudarle a vadear el río y añaden que "el viaje de Ciudadanos al universo Frankenstein en el que habita Pedro Sánchez suscita el interés de contemplar cómo la esperanza triunfa sobre la experiencia".
De la tensa relación en Madrid a los acuerdos con el PSOE
En la Comunidad de Madrid, donde las relaciones entre la presidenta Isabel Díaz Ayuso y el vicepresidente Ignacio Aguado empeoran a pasos agigantados, es donde los temores de los populares más se han desatado, por la insistencia de Aguado en buscar un acuerdo ante la crisis sanitaria con el líder de la oposición, el socialista Ángel Gabilondo, replicado en público por la propia Ayuso.
En Castilla y León, uno de los pocos lugares en los que no hacía falta el apoyo de Vox, Ciudadanos hubiera podido sumar con el PSOE, y es un secreto a voces, admitido incluso veladamente por él mismo, que hubiera sido el deseo del vicepresidente autonómico, Francisco Igea, quien salió derrotado en marzo frente a Arrimadas en las primarias nacionales de Ciudadanos. El partido naranja tiene acuerdos con el PSOE en algunos ayuntamientos, incluidas capitales de provincia como Ciudad Real, pero hoy por hoy el PP sigue siendo su "socio preferente".
Pero más allá del PP, con quien nunca ha terminado de normalizar sus relaciones Ciudadanos es con Vox, ya desde la célebre foto de Colón de febrero de 2019, de la que curiosamente se ausentó Arrimadas esgrimiendo que había perdido un avión. En privado, dirigentes naranjas siempre han comentado que esa foto fue un error estratégico, no porque restara electoralmente a sus convocantes, sino porque, argumentan, "movilizó a la izquierda" como quedaría acreditado en el resultado de las elecciones de abril de ese mismo año.