El director de comunicación de la consejería de Interior de la Generalidad, Joan Maria Piqué, ha colgado en Twitter un cartel bélico de la Segunda República en el que aparecen unas manos empuñando un fusil para proponer una guerra contra el resto de España. En el cartel constan las fechas 1808 y 1936 en alusión a la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil sobre un fondo con la bandera tricolor de la Segunda República y las citadas manos y arma. La imagen estaba acompañada por el siguiente texto de Piqué: "Quizás es un enfoque que aún no hemos pensando y funcionaría".
El jefe de prensa de Miquel Buch, consejero de Interior y responsable de los Mossos, ha borrado al poco el mensaje pretextando que no se había dado cuenta de que aparecía un arma. Sin embargo, numerosas cuentas de Twitter habían capturado y denunciado el mensaje. Entre ellas, la del sindicato de los Mossos d'Esquadra "Sicme", que agrupa a los mandos de la policía autonómica y que afirma que "Interior necesita gente al frente del departamento de comunicación que con capacidad para dar mensaje cabales y de tranquilidad. Este no nos representa".
@interiorcat necessita gent al capdavant del departament de comunicació amb capacitat per donar missatges assenyats i de tranquil·litat. Aquest, no ens representa. pic.twitter.com/nSbZDvbJm5
— SICME (@SICMECAT) May 2, 2020
También ha denunciado el tuit de Piqué el exconcejal del PP en Cardedeu Jaume Gelada, que sufrió un simulacro de fusilamiento en 2014 que no fue condenado por ninguna formación política. Gelada ha escrito en la red social junto a una captura del mensaje de Piqué que "hace tiempo me bloqueó @joanmariapique. No recuerdo el motivo. Este es el nivel de este miembro del @govern incitar al conflicto, nada nuevo de estos anormales".
Hace tiempo me bloqueo @joanmariapique no recuerdo el motivo, este es el nivel de este miembro del @govern incitar al conflicto, nada nuevo de estos anormales. pic.twitter.com/rfoNOYhICz
— Jaume Gelada @GeladaJaume) May 2, 2020
Piqué fue jefe de prensa de Artur Mas y se caracterizó por entorpecer el trabajo de los medios no nacionalistas, espiar a Oriol Junqueras por encargo de su jefe, pedir a TV3 que boicoteara a las televisiones "españolistas" y a convocar manifestaciones contra Ciudadanos.
Durante la efímera época de Puigdemont, Piqué fue apartado de la primera línea para ser recuperado hace unos meses por Miquel Buch, consejero caracterizado por su vehemencia separatista y sus tensas relaciones con los medios. Diversos altos cargos del departamento y de los Mossos abogan por la destitución de Piqué, a quien le ha dado en los últimos tiempos por polemizar en redes con exdiputados no nacionalistas como Joan Coscubiela.