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PNV y ERC, a un paso de dejar caer al Gobierno en la votación de la prórroga del estado de alarma

Los socios del Frankenstein estallan contra la gestión de Pedro Sánchez y podrían forzar la rectificación de su plan de desescalada.

La Comisión de Sanidad del Congreso guarda un minuto de silencio por los muertos del coronavirus | EFE

Los socios del Gobierno han estallado y amenazan con dejar caer a Pedro Sánchez en la crucial votación de la prórroga del estado de alarma, que tendrá lugar la semana que viene en el Congreso. Este miércoles, ERC anticipó un posible voto en contra en el Congreso después de que Gabriel Rufián preguntara al Ejecutivo "¿cuánto les importa la legislatura?", y hoy se suma el PNV, principal aliado parlamentario de Moncloa.

En la comparecencia parlamentaria del ministro de Sanidad, Salvador Illa, la diputada Josune Gorospe, amenazó al ministro del ramo con no apoyar el decreto que mantiene el mando único en el Gobierno de Sánchez y centraliza las competencias autonómicas. "Si su ministerio, si el Gobierno de Madrid quiere seguir mandando, que siga con la estrategia que ha seguido pero nosotros no estaremos con ustedes", advirtió.

El motivo de su crítica es que la provincia es la unidad territorial de referencia para el plan de desescalada del Gobierno, y no la comunidad autónoma, que es la que tiene las competencias sanitarias y dispone de los datos de la pandemia que remite diariamente al ministerio.

"La única explicación es que quieren ser los mandamás donde no tienen mando en plaza", reprochó Gorospe, quien aseguró que "ya no hay excusa para mantener el estado de alarma". "Piénsenselo. Nosotros queremos estar a su lado, y yo creo que todo el mundo, pero no nos puede tomar el pelo", advirtió al ministro.

Rufián y la "bunkerización" de Moncloa

Una crítica a la que sumó el portavoz republicano, Gabriel Rufián, para quien "no tiene ningún sentido el criterio provincial", por la contradicción que supone poder desplazarte decenas de kilómetros dentro de la misma provincia, y no poder cruzar de una a otra cuando, en algunos casos, el desplazamiento es de apenas un par de Kilómetros.

Sin embargo, la intervención del portavoz de ERC fue, como en la víspera, profundamente política, con una carga de amenaza que hace atisbar una legislatura agónica. Rufián se volvió a preguntar: "¿Qué sentido tiene que aquellos que les facilitaron la llegada a Moncloa nos enteremos por las ruedas de prensa?". Algo que resumió en la "bunkerización del Gobierno".

Una crítica a la que el portavoz republicano sumó una advertencia: "conviene hablar porque, si no, la confianza y las relaciones institucionales volverán a resquebrajarse", señaló en una referencia velada a la ruptura que tuvo lugar entre el Gobierno central y el catalán, que motivó la convocatoria precipitada de elecciones generales.

Podemos se suma a la presión

Incluso los socios del Gobierno de Podemos lanzaron duras amenazas al ministro. En una acalorada intervención, el portavoz adjunto de Podemos, Rafael Mayoral, hizo una llamada al ministerio de Sanidad para "reforzar la coordinación con las Comunidades Autónomas, la cooperación y la corresponsabilidad".

Illa anticipa la rectificación

En el turno de réplica, el responsable de la cartera Sanitaria, Salvador Illa, recogió el guante aceptando la "flexibilidad" del Gobierno a la hora de aceptar criterios distintos al de la provincia, que sirvan como base para el estudio de las fases de desescalada. "Puede haber propuestas distintas que nosotros vamos a estudiar. No hay ningún mensaje político oculto", dijo.

"Vamos a recibir las propuestas de las Comunidades Autónomas, las vamos a estudiar y conjuntamente vamos a decidir", anunció ante la Cámara. Una rectificación en diferido, que anticipa Illa, para evitar que los socios del Ejecutivo cumplan su amenaza y abandonen al Gobierno apenas tres meses después de iniciar la legislatura.

En manos del PP

De cumplir su amenaza, el Gobierno quedaría exclusivamente a expensas del PP para aprobar la prórroga del estado de alarma. Frente a los 321 votos que cosechó en la primera votación a mediados de abril, en esta ocasión el Ejecutivo podría sumar únicamente los 88 diputados del PP a los 119 del PSOE y los 35 de Podemos, además del de algunos grupos minoritarios como Más País, lo cual supone una considerable merma de sus apoyos parlamentarios de la llamada coalición Frankenstein que encumbró a Pedro Sánchez al Gobierno con 180 votos a favor.

De esta forma, la votación no corre peligro porque saldría adelante, al menos, con 262 síes: los 269 de la anterior votación de prórroga menos los 7 del PNV. En total: PSOE (119), PP (88), Podemos (35), Ciudadanos (10), Más País (3), Navarra Suma (2), Compromís (1), Coalición Canarias (1), Nueva Canarias (1), Partido Regionalista de Cantabria (1) BNG (1) y Teruel Existe (1).

En frente, el bloque de los noes que podría sumar los 52 de Vox a los 13 de ERC, 8 de JxCAT, 5 de Bildu y 2 de La Cup, a la espera de lo que decidan los 7 de PNV y los 10 de Ciudadanos, que hasta ahora han apoyado al Gobierno. Con este panel de votaciones, el único riesgo estaría en un cambio del voto del PP hacia el voto en contra.

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