Es sintomático que las críticas más duras al Gobierno provengan de sus socios parlamentarios. Fue este miércoles el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien hizo retumbar el hemiciclo con una pregunta hacia la bancada azul del Ejecutivo: "¿Cuánto les importa la legislatura? ¿Cuánto les importa? ¿Les importa mucho? ¿Les importa poco? ¿Son conscientes de la alternativa a no dialogar con nosotros? Es Torquemada Abascal y sus colegas, esa es la alternativa. Los que creen que comer es socialcomunista".
La pregunta se acompañó con la denuncia por la falta de información previa de sus socios gubernamentales porque "la única fuente de información que tenemos es la rueda de prensa. Les debería hacer reflexionar si quieren mantener la vía de los 180 de la moción de censura". Primero pregunta, después denuncia y, en último término, ultimátum: "Son ya 47 días de estado de alarma, sin competencias y sin diálogo, sin consensuar, ni coordinar, enterándonos de las cosas por ruedas de prensa... Finiquiten el estado de alarma, retornen las competencias a las CCAA y, sobre todo, dialoguen. La alternativa a nosotros son ellos, aquellos que le regalarían como premio del mes al trabajador una mascarilla".
Para el republicano Rufián "no tiene ningún sentido ir a cortarse el pelo antes que ir a ver a tu madre, que no tiene ningún sentido el criterio territorial por provincias a no ser que ustedes estén desconfinando patronalmente y confinando por competencias".
Pinza con 'las derechas'
Una denuncia de falta de información previa a los grupos políticos en la que Rufián coincidió en la crítica, algo más suave, con los grupos del otro lado del arco parlamentario. El líder del PP, Pablo Casado, parafraseando a Tarradellas, criticó "el ridículo que está haciendo Pedro Sánchez" con sus mentiras y su gestión durante la pandemia: "En política se puede hacer de todo, menos el ridículo. Usted puede seguir haciéndolo, pero no nos pida que lo hagamos con usted".
Antes, Pablo Casado acusaba a Sánchez de haber mentido "a los españoles por decir que podían manifestarse sin riesgo el 8-M" y "a los sanitarios porque se comprometió a protegerles y sufren la mayor cifra de contagios del mundo", y le exigía que explicase la "compra de material fraudulento a intermediarios socialistas y a proveedores investigados por sobornos a los que han pagado comisiones". Por último, Casado ha exigido al presidente del Gobierno que explique cómo va a garantizar la desescalada "si no sabemos cuántos contagiados asintomáticos se van a tomar vermú".
El presidente del Gobierno pidió al líder de la oposición "que deje la intransigencia" y se preste a acordar con el Ejecutivo unos pactos de reconstrucción, aunque ya no mencionó los Pactos de la Moncloa. Acto seguido, preguntó el diputado de Ciudadanos, Edmundo Bal, que le reprochó: "Usted hoy no está dando la talla". Sánchez instó a la oposición a hacer "una autocrítica compartida" de los "errores que hemos cometido todos", dijo en referencia a Ciudadanos "allí donde gobiernan", y puso como ejemplo los errores cometidos por la Comunidad de Madrid, principal blanco en la diana del Gobierno socialista.