Son tres los jueces que ocupan carteras en el Consejo de Ministros y hoy uno de ellos, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, fue el primero en discrepar sutilmente de los ataques del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, a los jueces al hilo de la condena de la portavoz madrileña, Isa Serra.
Preguntado por Libertad Digital, Marlaska siguió la consigna gubernamental de enmarcar estas declaraciones en la libertad de expresión poniendo el acento en que lo importante es que no cuestiona la independencia judicial. Pero también afeó la conducta de Iglesias al afirmar: "Cada uno nos expresamos de una forma o de otra y podemos considerarla más o menos acertada. Yo quizás no me habría expresado de esa forma porque soy juez en servicios especiales".
Preguntado expresamente por este periódico por las palabras del vicepresidente Iglesias que aseguró que la condena de Serra le provocó una "enorme sensación de injusticia" ante la constatación de que "mientras los corruptos quedan impunes, se condena a quien protesta por un desahucio vergonzoso", el responsable de Interior quiso hacer una defensa férrea: "Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los jueces, que lo conozco bien, trabajan denodadamente para que nadie quede impune, y especialmente los corruptos".
Unas palabras que deslizó sutilmente al tiempo que cumplía con lo establecido en la consigna oficial de Moncloa y que entonaron la semana pasada la ministra portavoz, María Jesús Montero, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: Iglesias se expresó en el marco de su libertad de expresión y "las palabras del vicepresidente segundo del Gobierno no supusieron en modo alguno una falta del respeto debido al poder judicial cuando hizo esas manifestaciones" ni perseguían "lesionar o vulnerar la independencia del poder judicial".