La pérdida de ingresos del Ayuntamiento de Barcelona por la emergencia del coronavirus, cifrada en unos doscientos millones de euros, y los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectan a más de medio millón de trabajadores barceloneses no han sido óbice para que la alcaldesa de la capital catalana haya decidido cambiar de coche oficial y comprarse un vehículo nuevo con un precio de 47.000 euros.
Ada Colau, que durante unas semanas de 2015, cuando accedió al cargo, aún utilizaba el transporte público cambió pronto de medio de transporte y se decidió por un monovolumen de la marca Seat y modelo Alhambra con los cristales tintados para realizar sus desplazamientos. Pero en cinco años el vehículo se le ha quedado pequeño y obsoleto, de modo que ha optado por un potente todocamino de trescientos caballos y tracción total cuya ventaja es que también es enchufable y dispone de una autonomía eléctrica de cincuenta kilómetros. Además, cumple con las exigentes normativas municipales sobre emisiones. El modelo elegido por la alcaldesa es un Peugeot 3008 Hybrid4 dotado con los últimos avances en materia de confort, aire acondicionado bizona y equipo de música con seis altavoces, entre otros elementos.
La información sobre la adquisición del flamante vehículo ha sido trasladada al medio Crónica Global desde el entorno de la propia alcaldesa. A preguntas del concejal de Ciudadanos, Paco Sierra, el teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, se negó a dar detalles sobre el nuevo coche oficial de Ada Colau pero reconoció que la "tendencia" es que los vehículos municipales cumplan los "estándares ecológicos". El servicio de prensa municipal también rehusó aportar información sobre el particular aduciendo razones de "seguridad". Atrás quedan los tiempos en los que el Ayuntamiento de Colau hacía gala de transparencia.