Mensajes contradictorios los que ha lanzado este miércoles la ministra de Educación en rueda de prensa. Lejos de disipar las dudas que acechan a padres y alumnos, Isabel Celaá ha mantenido una cosa y la contraria en relación a la posibilidad de un aprobado general para los estudiantes dadas las medidas excepcionales adoptadas por la pandemia del coronavirus.
"La promoción de curso será la norma general, siempre lo ha sido, la repetición es la excepción. Ahora con más motivo", ha afirmado la ministra al principio de su intervención. "La repetición de curso será una medida muy excepcional que deberá estar muy justificada", ha reiterado a continuación.
"La práctica de la repetición es una practica muy arraigada en España y muy rara fuera de España, como en Francia ahora. (…) Porque hay otras maneras de recuperar que no sea repetir curso", ha llegado a afirmar el secretario de Estado del ramo, Alejandro Tiana.
"No hablamos de suspensos y aprobados hablamos de evaluación comprensiva global continua e integral. Es un momento excepcional", ha dicho Celaá. "Todas las comunidades autónomas y el ministerio somos perfectamente conscientes de que hay alumnos que no tienen conexión por una brecha digital o una brecha social. Todos conocemos que hay circunstancias excepcionales y en estas circunstancias tenemos que salvar lo excepcional".
Así las cosas serán los equipos docentes los que decidirán en cada caso qué alumno puede pasar o no de curso aunque siempre teniendo en cuenta que "lo equitativo y lo justo es que la promoción sea la norma general y la repetición lo excepcional".
No obstante, y cuando la idea de este aprobado general parecía aclarada, tanto la ministra como el secretario de Estado, han afirmado lo siguiente: "Hay una confusión con lo que significa el término de aprobado general. La diferencia (con el aprobado general) es que se supone que pase o no de curso hay algo que tiene que seguir recuperando. Lo importante no es el papelito". Y han añadido que "no es un aprobado general" porque no sería una medida "justa, ni eficaz, ni sirve de nada. (…) El curso continua y el aprobado general sería una medida injusta".
Y efectivamente el curso continúa: tendrá la misma duración de siempre, ha expuesto la responsable de Educación. "Ni acaba ahora ni se alargará más allá de junio". Eso sí, "todo lo que no pueda ser trabajado este curso será trabajado en el siguiente", fundamentalmente en el primer trimestre del curso 2020-21, "incorporando aquellas competencias que no han podido ser cubiertas" estos meses.
Sin "plan B" para la Selectividad
A preguntas de los periodistas por vía telemática, Celaá ha señalado que el Ministerio y las comunidades no tienen "un plan B" para la Selectividad, que fue aplazada a finales de junio y principios de julio, en el caso de que la evolución de la pandemia desaconseje su celebración presencial.
"No hemos considerado un plan B, pero obviamente, si no viéramos posibilidades para celebrar esas pruebas presenciales, arbitraríamos otro procedimiento", ha dicho.
Actividades lúdicas en verano
Se había especulado sobre la posibilidad de que los centros abrieran en verano sus puertas, durante el mes de julio, para dar clases voluntarias de refuerzo. No obstante, la ministra ha reconocido que el "programa está sin desarrollar" pero que la idea de su departamento es que durante este mes, "si las normas sanitarias así lo permiten" se realice "una gran apertura de posibilidades de ocio y trabajo para los alumnos, sobre todo orientado a aquellos alumnos de mayor vulnerabilidad, relacionadas con conocimiento y deportes. En espacios libres".
Ahí ha recordado que todos los veranos se producen actividades de ocio y tiempo libre que son realizadas por comunidades autónomas, ayuntamientos, diputaciones y otras entidades, y lo que ahora quiere el Gobierno es impulsarlo.
Por eso, desde el Ministerio, según ha asegurado, van a ayudar "en todo lo posible" para que administraciones públicas de diferente índole, voluntariado y ONG puedan unir esfuerzos para poder abordar esta tarea de trabajar con niños que más lo necesiten.
La "tentación" del aprobado general
En lo que atañe al supuesto aprobado generalizado, la Comunidad de Madrid lo ha explicado así: "En la Conferencia de Educación no se ha hablado en ningún momento de un posible aprobado general, aunque es cierto que el documento del Ministerio va en la mala dirección y alguna comunidad autónoma puede tener la tentación de hacerlo", ha indicado la Consejería en un documento recogido por Europa Press sobre las conclusiones de la reunión.
"Madrid siempre ha estado en contra del aprobado general porque creemos en el esfuerzo de los estudiantes, los docentes y las familias. Flaco favor se hace a la educación con un mensaje así", ha recordado el departamento que encabeza Enrique Ossorio.
En concreto, el Gobierno regional ha argumentado que "no se puede compartir la propuesta que, refiriéndose a la promoción en el Bachillerato, ESO, FP o las enseñanzas de régimen especial, afirma que las administraciones educativas podrán flexibilizar los criterios de obtención de los diferentes títulos, basándose en la evolución del alumno en el conjunto de las materias y su madurez académica en relación con los objetivos de la etapa y las competencias correspondientes", lo que, asegura, "quiere decir, ni más ni menos, que se titule con asignaturas suspensas".
"Esta propuesta no se puede dejar al albur de cada comunidad autónoma, porque se trata de una competencia estatal, la cual debe ser ejercida por el Ministerio de Educación y Formación Profesional y no dejar al criterio de las CCAA con cuántas asignaturas suspensas se pueden obtener títulos con validez en todo el territorio nacional", defiende la Comunidad de Madrid.
En esa línea, ha subrayado que España cuenta con "un único sistema educativo y la validez de los títulos es para todo el territorio nacional; por ese motivo, los criterios deben ser nacionales y no autonómicos".
Asimismo, ha indicado que el acuerdo propuesto plantea en el apartado "documento de evaluación" que las comunidades indiquen en el mismo la normativa autonómica que flexibiliza las posibilidades de promoción y titulación, para aseverar que "esa normativa autonómica debería estar amparada por la norma básica estatal".