El gobierno de la Generalidad cree que el Gobierno se ríe de Cataluña con el envío de 1.714.000 mascarillas para repartir entre los trabajadores que este martes regresan al trabajo al ser el lunes de Pascua fiesta en la región. El consejero de Interior, Miquel Buch, ha sido el encargado de expresar el enfado con el Gobierno, puesto que considera que la cifra de 1.714.000 es una supuesta referencia al año de la caída de Barcelona en la Guerra de Sucesión.
"1714 es una cifra simbólica para Cataluña, pero también es una cifra nefasta. Y quiero enviar un mensaje al Gobierno de España: así tampoco. Si a alguien del Gobierno de España se le ocurre que la próxima cifra de mascarillas o de test o de lo que sea tiene que ver con el 1939 y por tanto nos de 1.939.000 mascarillas no se lo permitiremos. Con la historia de los catalanes no se juega, sean del partido que sean. Es nuestra historia y no se puede jugar. No juegen" ha afirmado Buch en la rueda de prensa diaria que protagoniza junto a la portavoz del gobierno catalán, Meritxell Budó, y la consejera de Salud, Alba Vergés.
onseller @MiquelBuch: "La nota de premsa del Govern espanyol xifra en 1.714.000 les mascaretes.1.714 és una xifra simbòlica per Catalunya, però també nefasta. Vull enviar un missatge al Govern espanyol: Així tampoc. Amb la història dels catalans no s'hi juga"#COVID19 pic.twitter.com/Xb6I74JoC4
— Interior (@interiorcat) April 13, 2020
La intervención de Buch no ha sido ninguna broma. El titular de Interior hablaba absolutamente en serio, convencido de que el Gobierno ha querido lanzar un mensaje subliminal con el envío de tal cantidad de mascarillas para su reparto a partir de este martes.
Buch, cuya experiencia laboral antes de ejercer los cargos de concejal y alcalde de Premiá de Mar para saltar a consejero regional de Interior se limita a haber ejercido de portero de discoteca, se ha tomado en serio las denuncias de dos diarios digitales separatistas, El Nacional de José Antich y La República de Joan Puig, el exdiputado de ERC que cobró fama por asaltar la piscina de Pedro J. Ramírez, que pusieron ayer el grito en el cielo tras una nota de prensa de la Delegación del Gobierno en la que se decía que el Gobierno entrega a Cataluña más de 1,7 millones de tapabocas y cuyo desglose por provincias daba la cifra exacta de 1.714.000 mascarillas.
Esta polémica se produce después de que el Gobierno catalán haya fracasado en su intento de comprar 14 millones de mascarillas y de la falsa promesa de que daría gratis a cada catalán una mascarilla de alta protección reutilizable. Tras lanzar la promesa Quim Torra y Meritxell Budó, el ejecutivo regional tuvo que dar marcha atrás y reconocer que ni habría catorce millones de mascarillas, sino millón y medio, y que no serían reutilizables, sino desechables.