El exministro de Justicia y ex defensor del Pueblo, Enrique Múgica, ha muerto este Viernes Santo de coronavirus a los 88 años, según ha publicado La Razón.
Enrique Múgica Herzog (San Sebastián, 1932-2020) fue un abogado y político español, miembro histórico del PSOE. Fue ministro de Justicia (1988-1991), diputado (1997-2000) y Defensor del Pueblo (2000-2010). Su padre era un violinista vasco que falleció durante la Guerra Civil y su madre una francesa de origen judeo-polaco. Su hermano Fernando Múgica, histórico dirigente del socialismo guipuzcoano, fue asesinado por la banda terrorista ETA el 6 de febrero de 1996.
Fue militante clandestino del PCE durante 10 años y por ello estuvo varias veces en prisión (cuatro meses y medio en 1959 y 22 meses entre 1962 y 1967). En su última estancia en la cárcel, en la que pasó tres años en total, abandonó el PCE e ingresó en el PSOE. Fue defensor de opositores en juicios celebrados en el Tribunal de Orden Público.
Fue incluido en la lista de partido del PSOE al Congreso de los Diputados por la circunscripción de Guipúzcoa en las elecciones generales de 1977. Tras esta primera elección sería reelegido en este cargo en otras siete ocasiones consecutivas, hasta el año 2000.
Tanto Enrique Múgica, quien dijo en una entrevista en Libertad Digital que se enteró de que era judío a los 14 o 15 años, como su hermano Fernando, se destacaron siempre como firmes defensores del establecimiento de lazos de amistad entre España e Israel. La aportación de ambos fue decisiva para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre España e Israel en 1986.
De julio de 1988 a marzo de 1991, fue ministro de Justicia. Durante su mandato se aprobaron, entre otras leyes, la de Demarcación y Planta Judicial, la de Sociedades Anónimas y las reformas procesales y penales que dieron lugar a la creación de los juzgados de lo penal.
El asesinato por parte de ETA de su hermano Fernando, retirado por entonces de la política activa, marcó un punto de inflexión notable en la trayectoria política de Enrique Múgica. A partir de ese momento, se destacó como uno de los políticos de su partido más críticos no sólo con el terrorismo de ETA, sino también con el nacionalismo vasco. Llegó a acuñar el término de eusko-nazis para referirse a los proetarras. También es famoso su "que se pudran en la cárcel" refiriéndose a los presos de ETA.
Fue designado Defensor del Pueblo por el gobierno del Partido Popular de José María Aznar. Su designación fue considerada como de consenso entre el partido gobernante y el principal partido de la oposición (PSOE). En 2010 cesó en el cargo.
Como Defensor del Pueblo cabe destacar su controversia con el movimiento antitaurino, su reprobación del Estatuto de autonomía de Cataluña (contra el que presentó un recurso de inconstitucionalidad), sus declaraciones contra la Ley de Memoria Histórica, su negativa a recurrir la Ley de Extranjería del año 2000 o la oposición a los contactos entre el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y ETA.