"Jugada maestra" del presidente de la Generalidad, Quim Torra, quien el jueves anunciaba a bombo y platillo que proporcionaría catorce millones de mascarillas a las farmacias catalanas y regalaría una a cada catalán con tarjeta sanitaria, pero cuya administración se ha visto obligada a rectificar 24 horas después. No serán catorce millones, sino un millón y medio, y no se repartirán el 14 sino a partir del 20. El impactante anuncio era la manera del gobierno catalán de enmendar la plana al Ejecutivo de Pedro Sánchez y perseguía, según la portavoz Meritxell Budó, impedir un repunte de los contagios con el retorno a sus puestos de trabajadores de sectores no considerados esenciales tras la Semana Santa.
Al anuncio de Torra en la radio del conde de Godó le siguió otro anuncio de la consejera portavoz Meritxell Budó, quien también se jactó de la iniciativa. A cada catalán le corresponderían dos mascarillas. Y la primera gratis. Órdago de la Generalidad en la lucha contra el coronavirus y palo contra el Gobierno en materia de manejo del mercado internacional de productos sanitarios.
Nada más producirse los anuncios, los farmacéuticos pusieron el grito en el cielo. El gobierno regional trataba de capitalizar una iniciativa del Colegio de Farmacéuticos de Cataluña y de la Cámara de Comercio de Barcelona en la que la Generalidad sólo prestaba apoyo logístico. Además, el 14 no estaría disponible más que una pequeña cantidad de las mascarillas, cien mil sobre los catorce millones prometidos. Sin embargo, el anuncio podía colapsar la ya tensionada red de farmacias de Cataluña.
Comunicado de los farmacéuticos
Los farmacéuticos no salían de su asombro ante la irresponsabilidad y frivolidad de Torra y su portavoz y se vieron obligados a emitir una nota en la que avisaban a los ciudadanos de que las mascarillas prometidas no estarían a disposición el martes 14 a pesar del anuncio oficial y en la que les rogaban que no acudieran en masa a las farmacias. Así, afirmaban en su comunicado: "Pedimos a la población tranquilidad, responsabilidad y que no rompa su confinamiento para venir a buscar la mascarilla. Hay que evitar aglomeraciones en las farmacias que no satisfarán la demanda y que pueden contribuir a elevar el riesgo de contagio entre los ciudadanos y entre los profesionales de la farmacia. Asimismo, apelamos al Gobierno de la Generalitat para establecer los criterios de prioridad para la distribución inicial de mascarillas desde las farmacias a aquellas personas que más lo necesiten, evitando así un colapso no deseado, y más tiempo para organizar la logística que haga posible que lleguen a toda la población".
Rectificación
De tal manera que el anuncio de Torra ponía en riesgo la salud de farmacéuticos y consumidores. La Generalidad se veía obligada a rectificar cuando no habían pasado ni 24 horas de la primera comunicación. Pero no sólo respecto a la fecha de distribución de las mascarillas, sino también en su número. En un día, de los catorce millones se ha pasado a un millón y medio. La Generalidad insiste, no obstante, en que acabarán siendo 14 millones y que las gratuitas se podrán obtener a través de una aplicación. En suma, la medida estrella de Torra durante la pandemia ha resultado ser un fiasco colosal.