Parece que el Gobierno de España tiene prisa por sacar a los españoles del confinamiento al que están sometidos desde el 14 de marzo cuando se decretó el estado de alarma, o al menos en comunicar dicha salida. Si este martes la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, se destapó diciendo que el día 26 de abril volveríamos a la vida normal, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, la desautorizó horas después asegurando que el Gobierno "no va a levantar el confinamiento" porque España sigue en una fase "dura" de incidencia del coronavirus. Aún así, fuentes del Ejecutivo consultadas por Libertad Digital aseguran que el Gobierno descarta más prórrogas del confinamiento y estudia un nuevo decreto el 26 de abril, pero "con restricciones".
1. Use of masks and disinfectants
2. Testing to identify asymptomatic but contagious carriers
3. Technology to help with tracingThe three important components to Spain’s exit from lockdown strategy, according to Spanish Foreign Minister, @AranchaGlezLaya
— BBC Newsnight (@BBCNewsnight) April 7, 2020
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Una muestra más de que cada miembro del Ejecutivo, al menos en público, vende lo que quiere es la entrevista concedida en la BBC por la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. La ministra comentó los tres fundamentos en los que basarán la acción del Gobierno socialcomunista para sacarnos del estado de alarma. El primero, "el uso masivo de mascarillas y desinfectantes"; lo segundo, "hacer test, esto es esencial sobre todo para identificar a aquellos casos asintomáticos pero que portan el virus y pueden ser contagiosos"; lo tercero, "tiene que ver con el uso de la tecnología para trazar mejor, empoderar a los ciudadanos y ser responsables en el manejo del virus y su inmunidad".
Lo cierto y verdad, que diría la ministra podemita de Trabajo, es que dice que van a hacer todo lo contrario a lo hecho hasta ahora. El Gobierno no recomendó el uso de mascarillas hasta el 3 de abril porque "no era necesario" y que es "esencial" hacer test a pesar de que han tardado semanas en comprar un número elevado de los mismos, aunque todavía insuficientes, para saber qué número de españoles son portadores del coronavirus pero asintómaticos. Y cuando compraron los test chinos, tuvieron que devolver hasta 650.000 porque no funcionaban bien.
Según la ministra que reconoció que les habían timado con los test 'ganga', "cualquier desescalada requiere saber dónde están los ciudadanos, cuántos han pasado ya por esto o cuántos todavía no son inmunes al virus. El grado de apertura del confinamiento estará relacionado con el grado de conocimiento que tengas del estado de tus ciudadanos".
Arancha González Laya se atreve a dar lecciones en el extranjero de cómo acabar con el virus a pesar de que como hemos dicho han hecho todo lo contrario. La ministra de Exteriores miente al mundo al asegurar que España ha actuado como Corea del Sur cuando lo que ha hecho el Ejecutivo de Sánchez es ir dando bandazos hasta la situación actual en la que este Jueves Santos se aprueba en el Congreso la prórroga de un estado de alarma que va a dejar en casa a los españoles durante más de un mes.